Ricardo Salinas Pliego adeuda 63 mil millones de pesos al Servicio de Administración Tributaria (SAT) por cuatro empresas de Grupo Salinas; el gobierno anunció que publicará la información sobre los 17 juicios que interpuso el empresario.
Durante su conferencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que “no es nada personal” hacia Salinas Pliego y le pidió presentar las “pruebas” de la supuesta extorsión que acusa.
“Si tiene pruebas o está pensando que nosotros queremos extorsionarlo porque el gobierno es corrupto, lo único que le pediría es que presentara las pruebas y, si las presenta actuamos”.
A la par, el mandatario adelantó que a partir de mañana, la información de los juicios fiscales la publicará en el sitio electrónico del gobierno.
“Que se suba a una página del gobierno todas las pruebas, todos los juicios, todo lo que hay sobre este asunto para que los ciudadanos, los especialistas en materia fiscal, los contadores, los abogados, puedan tener un criterio”.
¿Cómo surge la deuda de Salinas Pliego?
El incumplimiento en el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) generó que cuatro compañías del Grupo Salinas tengan una deuda que, a la fecha, es de 63 mil millones de pesos.
Así lo explicó Antonio Martínez Dagnino, titular del SAT, al referir que el monto parte de auditorías de 2008 a 2018; la deuda inició en 38 mil millones de pesos.
Al actualizar el índice de inflación, recargos y créditos fiscales que emitió el gobierno de López Obrador, el monto final es de 63 mil millones de pesos.
“Todos estos adeudos se observaron por parte del Servicio de Administración Tributaria por un monto de 38 mil millones de pesos, pero al día de hoy, con la actualización por la inflación y por los recargos, hacen un monto de 53 mil millones de pesos, durante la administración del presidente López Obrador, el SAT ha emitido créditos fiscales por 10 mil millones de pesos, teniendo una deuda de 63 mil millones de pesos”.
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El exprocurador fiscal, Arturo Medina Padilla detalló que el 90 por ciento de la deuda parte de la figura “consolidación fiscal” que desapareció en 2013.
Ese criterio -explicó- no significó la condonación de impuestos, sino el diferimiento del pago del ISR.
