En Corea del Sur, la gente no sólo firmó peticiones dirigidas a la presidencia para que la política migratoria deje de ser laxa, también salió a las calles para mostrarse en contra de la llegada de personas solicitantes de refugio, principalmente yemeníes.
Todo comenzó cuando a la isla de Jeju –un destino turístico- comenzaron a llegar personas yemeníes y aplicaron para ser reconocidas como refugiadas; los casi mil arribos se presentaron ya que en esa zona del país no es necesario presentar una visa.
Sin embargo, frente a las peticiones de la población que incluso firmó una petición al Ejecutivo con el fin de solicitar el fin de la exención de la visa, a las personas yemeníes se les solicita dicho documento.
Esa no ha sido la única acción, pues también se suscitaron protestas en todo el país ya que la gente expresó su miedo de que Jeju se convierta en una zona de entrada al territorio nacional.
Según algunos carteles y publicaciones, Ángulo7 pudo darse cuenta de que una parte de la sociedad sudcoreana está confundiendo a las personas yemeníes con migrantes económicos, además de tacharlos de terroristas.
Alerta sobre crisis nacional
Debido al sentimiento antimigratorio, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) expresó su preocupación e incluso dijo que, de no atenderse, el país asiático enfrentaría una “crisis nacional”.
A principios de este mes, el comité sostuvo una reunión para analizar la situación del país; ahí se dijo que el progreso para disminuir la postura antimigratoria no había sido significativo y que este sentimiento afectaba principalmente a las personas extranjeras trabajadoras y, a las yemeníes.
Cabe destacar que las personas yemeníes huyeron de su país por una guerra, además de que enfrentan una crisis humanitaria que tan sólo este año necesitó de 2 mil millones de dólares de financiamiento.
De todas las solicitudes, sólo dos recibieron el estatus de refugio, mientras que a otras personas sólo se les otorgaron visas humanitarias que no conceden los mismos derechos que el estatus.
