Caos vial: "mala" infraestructura y falta de coordinación de semáforos
Caos vial: "mala" infraestructura y falta de coordinación de semáforos
Fuerte tráfico en el bulevar Atlixco con dirección de periférico a Circuito Juan Pablo II. Foto: José Castañares/EsImagen

El caos vial no es sólo producto de la proliferación de automóviles, ya que hay infraestructura mal planeada, no hay coordinación de la semaforización y no se prioriza el transporte público, pues hay países donde personas de estrato socioeconómico alto no se fija en el costo, sino que el tiempo para trasladarse sea menor.

Yasmín Ríos Solís, doctora en ciencias de la computación, se dedica a estudiar la optimización de los sistemas que se utilizan en el transporte público, así como en dispositivos de regulación de vehículos, como semáforos automatizados.

Para la investigadora, los “cuellos de botella” ocasionan la ralentización de la circulación vehicular y ocurren cuando existe un puente grande que luego desemboca en una menor cantidad de carriles, así como la disminución de estos en grandes avenidas.

El término procede del sector productivo, donde se denomina al fenómeno que ocurre cuando un elemento o situación disminuye o afecta el proceso de producción de una empresa.

 

Moderadores capacitados

“También están las ‘trenzas’, que se dan cuando la gente quiere dar vuelta a la derecha y no lo hace con suficiente tiempo. Simplemente este movimiento, que obstaculiza a los vehículos traseros, genera una congestión. Por eso son importantes los estudios de origen-destino, para tener claro hacia dónde se mueven las personas”.

Luego está la importancia de coordinar los semáforos de las calles principales, para que los choferes encuentren una luz verde continua y que gradualmente vaya cambiando; detenerse para dejar pasar a los que cruzan y repetir el proceso.

Sin embargo, la complejidad no radica en programar un semáforo para que reaccione de esta manera, sino que un gran número de estos moderadores deben de estar en capacidad de reaccionar a lo que hace el otro.

“Los algoritmos se planean basados en las ‘horas pico’ y el problema es que así se quedan todo el día. Y en la mañana las congestiones se dan de un lado, y en la tarde, del otro. Una, cuando la gente sale de su casa, y la otra, cuando vuelven. Además, si hay situaciones extraordinarias, como el clima o un accidente, requieren que los semáforos sean más reactivos”.

 

Choferes cobran y ya no van a trabajar

Por más puentes que se construyan, siempre se van a hacer “cuellos de botella” o “embotellamientos”, indicó la especialista, quien cree que una de las soluciones para el caos vial consiste en ofrecer más opciones de transporte público para reducir los vehículos en la ciudad, optimizando el tiempo de traslado en todas las formas de transporte.

“Si te fijas en otros países del mundo, ya sea Alemania, Francia o Japón, por poner algunos ejemplos claros, puedes ver a personas de un estrato socioeconómico alto utilizando el transporte público. Porque la gente no se fija principalmente en que sea más barato, sino en el medio de transporte donde el tiempo origen-destino sea menor”.

Una de las principales diferencias entre el sistema de transporte en México y un grupo de nacionales de “primer mundo” es que después del día de paga, al menos 30 por ciento de choferes ellos no se presenta a sus labores o no pasa la prueba de alcoholímetro, mientras que en países más desarrollados, hay únicamente ausencias ocasionales de no más de 20 por ciento, por tanto no afecta significativamente el día de pago.

“La infraestructura también tiene muchas diferencias: mientras que en México 10 por ciento de las unidades tiene una contingencia al día (multas, choques, asaltos o descomposturas); en otros países con mayores recursos, solo hay una o dos mensuales”, concluyó.

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