Editorial Ángulo 7
En este espacio vertirmos la opinión de nuestro medio, siempre con una visión contructiva Credito: Elaboración propia

A Eduardo Rivera Pérez le dio una bofetada con guante blanco la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), luego de que admitiera que por cuestiones de tiempo, no era viable llevar acabo el segundo debate.

Y es que el candidato de la colación “Mejor rumbo por Puebla” integrada por PAN-PRI-PRD-PSI, lanzó la invitación la iniciativa privada, para que alguno tomará la iniciativa y llevar este ejercicio en aras de la democracia.

A Rivera Pérez le quedan seis días para seguir buscando que los privados lo realicen, toda vez que el Instituto Electoral del Estado de Puebla (IEE) rechazó su propuesta para hacer este evento. Sin embargo, el candidato Alejandro Armenta fue muy tajante al decir que no cambiaría su agenda.

En los tiempos recientes se había visto a un candidato buscar tan insistentemente otra oportunidad de debatir. Y ello se debe a que Rivera Pérez no aprovechó el único debate oficial, no supo equilibrar entre sus propuestas y ataque para lo acercarán con Armenta en las preferencias.

 Le queda la opción del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) Puebla para seguir insistiendo en que se lleve a cabo el segundo debate. Sin embargo, también tendría que tomar en cuenta la circunstancia política actual.

Es decir, no es lo mismo un debate faltando, quizá, 15 días de campaña electoral a que falten menos de una semana. No es lo mismo, solicitar un debate cuando “había disposición” de todos los candidatos, a cuando uno de ellos de plano cerró la puerta.

El reto tendría que ser valorar qué es lo política y electoralmente mejor. Es un arma de doble filo. Por ello, preguntamos: ¿Lalo Rivera insistirá en segundo debate o desistirá?