Editorial Ángulo 7
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Recientemente, el candidato Mario Riestra Piña fue amenazado de muerte. Lejos de presentar una denuncia pública para garantizar la identidad de sus contrincantes, responsabilizó a las autoridades de lo que pudiera pasarle. Con ello, se pretende politizar el tema de inseguridad en las campañas electorales.

El candidato aprovechó el tema para lanzar una serie de acusaciones contra el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, mezclando diferentes temas al asociar su amenaza con la acusación de que desde el ejecutivo estatal se está llevando a cabo una elección de estado.

Estas acusaciones fueron respaldadas por el candidato a la gubernatura, Eduardo Rivera Pérez, y por el magnate Claudio X. González, quienes también exigieron que se garantice la paz durante este proceso electoral.

Ante esto, tanto el gobernador como el candidato a la gubernatura de la alianza “Sigamos haciendo historia”, Alejandro Armenta Mier, respondieron. Ambos coincidieron en que Puebla es una entidad segura y pidieron que se presenten pruebas que respalden las acusaciones.

A nivel nacional, la oposición representada por PRI-PAN-PRD ha utilizado el tema de la inseguridad más como politiquería que como una preocupación real hacia los ciudadanos.

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Existe una diferencia entre abordar el tema de la inseguridad como propuesta y no como un tema del cual se quiere sacar rédito político. El primero implica la autocrítica, mostrando un análisis del origen de la violencia y cómo combatirla; el segundo, simplemente busca atacar al contrincante para ganar ventaja en las preferencias electorales.

En este segundo caso, se termina jugando sucio. Se pretende crear un clima de incertidumbre y se inicia una guerra sucia; incluso se promueve la narrativa de que “no hay condiciones” para llevar a cabo la elección.

Si bien la inseguridad es un problema real, el reto es lograr la paz. Por lo tanto, es importante condenar las amenazas contra Riestra Piña. Asimismo, el desafío para esta campaña es que los candidatos no se aprovechen de un tema tan delicado como la inseguridad.

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