Archivo de BUAP, un lugar para reconstruir la historia educativa desde 1825
Archivo de BUAP, un lugar para reconstruir la historia educativa desde 1825. Foto: Especial
Archivo de BUAP, un lugar para reconstruir la historia educativa desde 1825
Archivo de BUAP, un lugar para reconstruir la historia educativa desde 1825. Foto: Ángulo 7

¿Sabías que hace algunas décadas en Puebla se calificaba con un rango del 1 al 15?; esto y más puedes conocer sobre la historia educativa del estado en el archivo de la BUAP, donde, a través de tres fondos, encontrarás certificados, actas o avisos que datan de 1825.

En entrevista para Ángulo 7, en el marco del Día Internacional de los Archivos, que se conmemora el 9 de junio, Elizabeth Palacios, del archivo universitario, explicó que la importancia de este acervo radica en que data del siglo XIX, pero en 1984 fue instituido formalmente y comenzaron a recibir archivos de diversas dependencias universitarias.

Además de los documentos antes mencionados, se pueden encontrar cartas de los maestros, nombramientos del cuerpo docente, inscripciones de alumnos y hasta listas de asistencia, mismos que están repartidos en tres fondos.

El más antiguo abarca de 1825 a 1937 bajo el nombre Colegio del Estado de Puebla; cuenta con 800 cajas especiales para archivos llamadas G12 y debido a que se calcula la existencia de documentos de acuerdo a la longitud, está compuesto de 80 metros lineales.

Luego está el fondo Universidad de Puebla, que va de 1937 a 1956; con 50 metros lineales, alberga 400 o 500 cajas; mientras que el tercer se llama Universidad Autónoma de Puebla, de 1956 a 1987 y cuenta con 3 mil cajas.

“Actualmente estamos por formar el fondo Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (…) va de 1987 a 2015“, explicó.

La historiadora compartió que lo que más le llama la atención de consultar los documentos es que puede ver fotos de certificados de hace más de 150 años, cuando los peinados y vestimenta de la época era muy distinta.

Asimismo, le resulta interesante ver que, por ejemplo, en Puebla hace algunas décadas se calificaba del 1 al 15, o con palabras como “bueno”, “sobresaliente”, “muy bueno” y demás. Incluso, con el archivo histórico se puede saber cómo se celebraban algunas festividades, además de que contiene información académica de personas que fueron destacadas en aquella época en la sociedad poblana.

“Para eso nos sirven esos documentos, para recrear o reconstruir la historia, más que nada la historia educativa en Puebla”, puntualizó.

Sobre el tratamiento de los documentos

Palacios comentó que para tratar estos documentos es necesario que haya personas especializadas en archivística, las cuales realizan el proceso de conservación e incluso están certificadas bajo una norma de gestión documental.

El primer paso para tratar un documento es la incorporación, que se refiere la recepción del mismo por medio de un oficio, luego se realiza la identificación, es decir que se rastrea a qué etapa pertenece y se le asigna el fondo al que pertenecerá.

Después, se organizan los documentos, se analizan y buscan su historia, para que de esta forma, descubran cómo y qué sucedió en la institución; “con todo eso se hace un instrumento archivístico que se llama cuadro general de clasificación, donde se establecen secciones y series y eso da la pauta para organizar los documentos”, añadió.

Posteriormente, se realiza la descripción, que sirve para tener un inventario o catálogo que permite al usuario acceder a la información sin consultar los documentos: “la idea de estos inventarios es que posteriormente se pase a un proceso de reproducción y digitalización, pero si tú no tienes cubiertos todos estos procesos no se puede digitalizar, porque entonces digitalizarías el caos”, expuso.

Luego de la digitalización, se difunden en redes sociales, gacetas o boletines. Añadió que el proceso para que los papeles se conserven en óptimas condiciones es mantenerlos a una temperatura adecuada para evitar que se resequen o les salgan hongos que los arruinarían para siempre; también se cuida que no les de la luz ni haya polvo.

Explicó que en el Archivo Histórico Universitario trabajan 14 personas, de las cuales cinco están en contacto directo con los archivos.
En caso de querer consultar el archivo, comentó que está abierto al público en la dirección Reforma 531 en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla; quienes quieran consultar los documentos, deben identificarse y, en caso de requerirlo para una investigación, se debe llevar un oficio. Asimismo, realizan recorridos escolares para todos los niveles.

R: DJ

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