Intentan linchar a presunto homicida en San Nicolás de los Ranchos
En Congreso, piden elevar a 12 años cárcel por linchamientos en Puebla. Foto: Especial
Intentan linchar a presunto homicida en San Nicolás de los Ranchos
De 2015 a 2019, 78 personas mueren linchadas en Puebla; 52% a golpes: Idhie. Foto: Especial

De 2015 a 2019, en Puebla se registraron 53 linchamientos en los que fueron asesinadas 78 personas; 52 por ciento se consumaron con golpes, indicó el Idhie que llamó este fenómeno necropolítica, es decir que la violencia estatal se cede a gente con desventaja social para que gestione la muerte de otros como estrategia de control.

Lo anterior, de acuerdo con el Cuaderno de Investigación: Linchamientos en Puebla, violencias extremas que conjugan violaciones de DDHH, presentado este martes por el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (Idhie) de la Ibero de Puebla, que fue realizado con datos de 477 notas periodísticas de 53 periódicos y portales informativos.

De acuerdo con el documento, en el mismo periodo, Puebla registró 600 casos de intentos de linchamiento y consumados; en 54 municipios de la entidad hubo al menos un evento de esta naturaleza en el periodo antes mencionado.

Dentro de las demarcaciones con mayor incidencia, se encuentran Puebla capital, San Martín Texmelucan, Tehuacán, Amozoc y Atlixco, pues ocupan el 55 por ciento de los casos totales.

Detonantes de linchamientos

Dentro de los detonantes para que en Puebla se presentaran por lo menos 600 linchamientos están que en un 67 por ciento los presuntos delincuentes hayan cometido delitos contra el patrimonio, tales como robo de vehículo, robo a transeúnte, robo a comercio o a casa-habitación.

De igual forma, los presuntos delincuentes habrían cometido en 15 por ciento privación de la libertad, 11 por ciento algún delito contra la libertad sexual, así como en 5 por cierto, feminicidio.

Ante ello, en los casos dónde fueron asesinados los presuntos delincuentes, el 52 por ciento de los linchamientos se llevaron a cabo con golpes, el 33 por ciento con quemaduras, el 10 por ciento disparos y el 5 por ciento ahorcamientos.

En 85% de casos, hubo actuación policial

En el informe se indica que en las notas periodísticas analizadas mencionaron que en 45 de los 53 casos (85 por ciento) de linchamiento consumados se registró algún tipo de actuación policial. De igual forma, en el 25 por ciento de eventos donde hubo presencia de cuerpos de seguridad, éstos fueron agredidos también.

En este sentido sólo en el 19 por ciento de los casos consumados, la actuación de las fuerzas del orden dio como resultado la detención de algún participante del linchamiento.

En el cuaderno, se explica que en el 93 por ciento de los fenómenos de linchamientos las causas son la violencia social, misma que parece ser la de mayor impacto en ese sentido; otro de los motivos es la respuesta estatal, pues tiene la capacidad de disminuir este fenómeno, asimismo, el nivel de delincuencia es uno de los factores más primordiales para entender este fenómeno.

“Después de unos meses que llegó la pandemia, nos dimos cuenta que los linchamientos seguían existiendo en el estado de Puebla a pesar de que las condiciones sociales se hayan transformado radicalmente“, dijo Tadeo Luna de la Mora, miembro del instituto.

Otros motivos de los linchamientos son las violencias estructurales, la crisis de legitimidad estatal y las violencias emergentes.

Luna de la Mora comentó que observaron que el fenómeno tuvo un crecimiento y expansión entre los años 2015 a 2019, pero también se convirtió en un acto ritualizado, pues se convirtió en un mensaje político a las instituciones del estado.

Pero, se hace énfasis en que los linchamientos tienen relación directa con el contexto de continuas violaciones a derechos humanos, como la desigualdad, la pobreza, crisis de legitimidad estatal, falta de acceso a la justicia y corrupción.

Linchamientos, dispositivos de necropolítica

Finalmente, en el cuaderno se explica que los linchamientos en Puebla se desarrollan dentro de contextos de violencias históricas, delincuenciales, así como de desinterés o debilidad estatal, lo que orilla a las personas a gestionar su propia seguridad con los recursos que tienen a la mano.

Por ello, comentó Luna de la Mora que los fenómenos de linchan son rastreables y por lo tanto prevenibles; para que este tipo de casos no se repitan como sucede desde hace varios años, es fundamental asegurar el acceso a los derechos humanos, para fomentar un clima de paz a nivel social.

Debido a que son también espectáculos “performáticos” que apuntan a la exigencia de seguridad y justicia, la falta de atención a ellos podría sugerir que son parte de un mecanismo de necropolítica.

Lo anterior hace referencia a que podrían ser un mecanismo por el cual la violencia estatal se cede a personas en desventaja social, política o económica, para que sean ellos mismos quienes gestionen la muerte de otras personas en sus mismas condiciones, esto, como una estrategia de control social.

R: DJ

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