El exdelegado en funciones de dirigente, Mario Bracamonte González, convocó a los consejeros de Morena en Puebla a una asamblea, a fin de desconocer al actual líder del CCE, Edgar Garmendia de los Santos, quien afirmó que el primero está equivocado y aseguró que sigue “fines personales”.
Desde la mañana de este domingo, la comitiva de morenistas mantuvo la asamblea a puerta cerrada en el Centro Internacional de Prospectiva y Altos Estudios (Cipae), ubicado en la 3 Poniente.
Cerca del mediodía, elementos de Protección Civil estatal se apersonaron al edificio al trascender la reunión masiva: tras llamar a la puerta en dos ocasiones, el personal desistió y no volvió al inmueble.
Pasadas las 6 de la tarde, comenzaron a salir los asistentes, entre los que estuvieron la actual directora del DIF estatal, Leonor Vargas Gallegos; el regidor Edson Cortés Contreras, así como Eduardo Gandur Islas, diputado suplente de Gabriel Biestro Medinilla –presidente del Congreso y expreso aspirante a la alcaldía de la capital–, pero evitaron hacer declaración alguna a medios.
De acuerdo con fuentes, Bracamonte González habría conseguido una mayoría de votos de consejeros para ser ratificado al cargo que se le relevó en septiembre de 2020.
Chocan grupos de Morena
Por otra parte, en un boletín de prensa, el Comité Ejecutivo Estatal (CEE), presidido por Garmendia de los Santos, desdeñó la reunión convocada por Bracamonte González, quien no tendría las facultades legales y aseveró que solo el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) nacional de Morena cuenta con atribución para modificar las dirigencias, “por lo que cualquier militante o seguidor del instituto político que alegue poder asumir decisiones al respecto, está equivocado”.
La actual dirigencia reprobó la realización de asambleas “masivas”, pues trascendió que habría de 80 a 100 consejeros en el edificio del Cipae y otros que se enlazaron vía remota.
Sin dar nombres, Garmendia de los Santos calificó como lamentablemente “que existan ciudadanos que en busca de lograr un interés personal, pongan en riesgo la salud de la población al convocar a reuniones masivas (sic)”, y aseguró que las reuniones de su partido están sujetas a los decretos estatales en materia de salud.
Hace menos de una semana, la Comisión Nacional de Honor y Justicia (CNHJ) de Morena desechó por segunda vez la queja de Bracamonte González por haber sido destituido de la dirigencia, al aludir que fue un encargo de la comitiva nacional que fue revocado “sin violar sus derechos” como militante.