La dirigente del PAN en Puebla, Genoveva Huerta Villegas, rechazó que ponga a sus allegados al interior de su partido y aseguró que los cambios que se dieron, como la salida de Mónica Rodríguez Della Vecchia como coordinadora de bancada, fueron apegados a estatutos.
“Para nada, todos los cambios que se realizaron fueron apegados a estatutos y con muchísimo respeto”, respondió al ser cuestionada sobre la remoción de tres panistas de sus respectivos cargos en el albiazul.
En rueda de prensa, Huerta Villegas sostuvo que dichas decisiones se tomaron “en beneficios del PAN, así como conforme a derecho”.
A pesar de que la dirigente albiazul fue señalada el pasado domingo por un grupo de panistas de violencia política de género y, de manipular el partido para acomodar a “incondicionales”, descartó que vaya a haber sanciones, al tiempo de anunciar que el Comité Dirigente Estatal (CDE) tiene la obligación de escucharlas y aclarar la situación.
Por otra parte, descartó que el PAN beneficie al excandidato a la dirigencia municipal, Eduardo Alcántara Montiel, a quien el albiazul le otorgó contratos por hasta 1 millón de pesos, algunos de ellos tras perder la elección.
Y es que informó que “él es proveedor de distintos cursos y talleres a lo largo de todo el país”.
Se debe mencionar que la excandidata independiente Ana Teresa Aranda Orozco, Amparo Acuña Figueroa, Augusta Díaz de Rivera Hernández y Guadalupe Arrubarrena García, así como con Rodríguez Della Vecchia acusaron que “todo inicio” tras quitar a la diputada como coordinadora de bancada.
Después, la dirigente siguió con Acuña Figueroa a quien quitó de la Secretaría de Promoción Política de la Mujer en el partido, afirmando que se debe a que es la esposa del líder del PAN en la capital, Jesús Zaldívar Benavides.