José Ramón Eguibar Cuenca, director de Investigación de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado (VIEP) de la BUAP, estudia el bostezo, su relación con la dopamina en el cerebro y cómo influye en la ansiedad.
Se trata del proyecto más reciente del doctor Eguibar Cuenca y se encuentra financiado con recursos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El experto indicó que la investigación se está desarrollando con un grupo de animales que solo hay en la BUAP, se trata de “ratas de alto bostezo” y “de bajo bostezo” y que permiten el estudio de un modelo nuevo de ansiedad y depresión.
En las ratas de alto bostezo, narra el investigador, se ha descubierto que —aparte del bostezo— muestran periodos de ansiedad extrema, medidos en diversos tipos de pruebas psicobiológicas como la caja de campo abierto, la caja luz-oscuridad, el enterramiento de objetos novedosos, entre otras.
Permitirá evaluar fármacos
Eguibar Cuenca aseguró que muchas de las drogas que actúan en este sistema cerebral producen bostezo, entonces empezamos a trabajar en ello, en qué factores lo regulan, pero un problema es que la frecuencia de bostezo es muy baja.
Aseguró que estos estudios permitirían evaluar nuevos fármacos, ya que no hay muchos en el mercado, y no son excelentes, porque sí quitan la ansiedad pero producen somnolencia, no mejoran la actividad motora, y deterioran —sobre todo— el control fino.
