El programa “Tatuaje de autos”, que ejecuta la BUAP con el Consejo Ciudadano, ha llegado a 400 coches de la comunidad universitaria, con el fin de reducir el robo de autopartes; se espera en un mes se ofrezca al público en general.
En entrevista para Ángulo 7, personal que está a cargo de este proyecto en Ciudad Universitaria (CU), aseveró que se espera que el 50 por ciento de la comunidad universitaria.
´Mencionó que, en las agencias, el precio de este servicio oscila entre los 600 pesos, por lo que hicieron un llamado a la comunidad universitaria a aprovechar el beneficio que es gratis.
Recordó que el programa arrancó el 19 de septiembre y, posiblemente, en tres semanas se abra al público en general, pues por ahora sólo se da este servicio a alumnos, administrativos, docentes y jubilados de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Los responsables de tatuar autos indicaron que se hizo un programa piloto en el Estado de México y, al ser eficaz, se implementó en la capital poblana para reducir el índice de robo de autopartes que se vive en Puebla.
Para hacer cita, explicaron, se ingresa a la página de dicho programa; posteriormente, se debe anotar el número de trabajador o matrícula, de ahí se abre otra página en donde se escriben datos de placas, modelo y correo electrónico.
Luego, se despliega la opción de hacer cita, que puede ser de lunes a viernes de 9 de la mañana a 5 de la tarde y los sábados de 9 a 2 de la tarde.
En 15 minutos, listo
El personal explicó que, en la parte de atrás de la Biblioteca Central, se cuenta con cinco módulos para la atención, además de que un universitario becado de la Facultad de Ingeniería se encarga de “tatuar” faros, espejos, vidrios, pero si se desea también rines y tapones, en un lapso de 20 o 15 minutos con arena sílica, la cual es permanente.
Los dígitos que se graban son aquellos que se encuentran en la tarjeta de circulación, también conocido como Número de Identificación del Vehículo (NIV), con el que se crea la placa que será tatuada, a fin de que las autopartes, en caso de ser robadas, puedan ser detectadas por su dueño o para que alguien pueda advertir que se trata de una refacción hurtada.
