Ahora le tocó a Eduardo Rivera Pérez, candidato a la gubernatura por “Mejor rumbo para Puebla”. Se trata de una amenaza de muerte, en donde al no estar él, los victimarios agredieron a sus vecinas y le dejaron la amenaza: cuando llegue lo recibiremos con un plomazo en la cabeza (sic).
Ya hay dos detenidos por los hechos, una pareja presuntamente de origen colombiano. Si bien no fueron detenidos en flagrancia, fue cuando, en su intento de huida, optaron por cargar gasolina. Allí, policías municipales los increparon y lograron su detención.
Por parte del candidato en cuestión, ya interpuso las denuncias correspondientes en contra de quién resulte responsable.
Ahora la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) se encuentra investigando amenazas. Las primeras líneas de investigación son por allanamiento de morada y agresiones físicas. Sin embargo, no se descarta el atentado en contra de Rivera Pérez.
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Actores políticas y autoridades condenaros los hechos. Se solidarizaron con el candidato blanquiazul, al mismo tiempo de que pidieron a la Fiscalía, resolver el caso con prontitud.
Este tipo de hechos, a un mes de las elecciones son un arma de doble filo. En primera instancia porque, de ser verdad, enrarecería el proceso electoral y, hablaría involucramiento de criminales en la elección, dándole la razón al Prian.
Ahora bien, de ser falso y resulta ser un montaje, la candidatura la gubernatura de Lalo Rivera se caería. Se exhibiría por recurrir a lo que otros panistas, como Genaro García Luna, recurrieron para demostrar resultados.
El reto para la FGE es resolver el caso a prontitud y profesionalismo, pues mientras será ocupado mediáticamente por los partidos que van en segundo lugar en las encuestas. No se trata de ver a quién se le da la razón, sino de que las elecciones del próximo 2 de junio se lleven en paz.
