Integrantes de la empresa comunitaria Artemali acusaron que en el cerro de Matlalcuéyatl, en el municipio de Tepatlaxco, se ha hecho tala de árboles “disfrazada” de saneamiento, con el argumento de que están enfermos, por lo que pidieron mayor vigilancia de las autoridades.
En rueda de prensa, en Puebla capital, pobladores de dicha demarcación que optaron por el anonimato señalaron que fue la semana pasada cuando, como parte de los recorridos que realizan para la limpieza del cerro, porque son cuidadoras del bosque de manera voluntaria, notaron que personas ajenas a la comunidad entraban de manera constante.
Agregaron que como parte de sus actividades tenían programada era pegar anuncios en los árboles que están siendo ocoxeados, ya que en el último medio año han visto “cada vez más devastación y la semana pasada, como parte del inicio de acciones, lo cual fue en compañía de una patrulla, cuando encontraron un ocoxalero cargando una camioneta de tres toneladas, al que le pidieron que se retirara.
#Ángulo7Informa ll Pobladores de Tepatlaxco que integran el Consejo Artemali, acusaron tala disfrazada de saneamiento en el cerro de Matlalcuéyatl, por lo que exigieron no dar más permisos hasta que se revisen los que se han cortado, pues hay inconsistencias.
— Ángulo7 Noticias (@angulosiete) February 19, 2024
Vía @Edd_Eddiiy pic.twitter.com/isnYAK6PP1
Sin embargo, a los pocos minutos vieron que estaba en la zona del paraje “El Potreo” a Adrián Díaz Martínez, presidente del Consejo de Vigilancia del ejido de Tepataxco, sin que tenga tierras en el cerro, sumado a que no es temporada para sembrar, por lo que “fue sospechoso” y decidieron seguirlo y detectaron que cerca de ahí estaba él con troncos en rollo listos para ser cargados.
Al pedirle una explicación, dijeron que todo estaba en regla y les mostró una constancia de posesión firmada por el alcalde de Tepatlaxco, René Ramírez Coyotl, y una notificación de saneamiento que otorga la Comisión Nacional Forestal (Conafor), que es un permiso para poder intervenir los árboles.
Árboles no están enfermos, aseguran
No obstante, hubo inconsistencias en los trámites porque la autorización era para el paraje denominado como Santa Cruz Calera, mientras que en el que se está dando la tala es el de Ameyalco, en el que detectaron que ya habían talado varios árboles sin que tengan enfermedad del gusano descortezador, que era el argumento que les dio.
Son árboles de oyamel, nosotros desconocíamos si lo tenían, pero vemos los troncos y los vimos bien, les preguntamos que nos explicaran como se comprobaba que tenían una plaga, lo cual no mostraron, tuvimos que llamar a Profepa porque no nos parecía lo correcto y nos dijeron que sí tenían permisos, pero que si había algo irregular lo iban a revisar
A pesar de esto, en un paraje distinto vieron a la regidora de Ecología, Gabriela Hernández, con un ciudadano de nombre Silvestre Martínez, quien las cuestionó sobre lo que hacían y decidieron retirarse, pero notaron que metros adelante había dos camionetas en las que estaban tres hombres escoltados de la patrulla de Acajete.
Ante dicha situación, contaron que “al llegar al pueblo” recibieron llamadas amenazantes advirtiendo que no se metieran donde no deben, pero decidieron dar vista a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que se apersonó en la zona para suspender los permisos.
Lo que nosotros pedimos es que se pare esto, si no levantamos la voz, qué vamos a tener mañana, no estamos en contra de los saneamientos, por el contrario, creemos que son importantes para coadyubar en la recuperación del equilibrio ecosistémico, lo que estamos en contra, es que estos se vuelvan un pretexto para saquear nuestros bienes naturales
Tres hectáreas afectadas
Y es que, dijeron, la autorización era para una hectárea, pero detectaron que son tres las que han sido “devastadas”. Acusaron que eso ya es un “modus operandi” que está acabando con la vida de las zonas más conservadas de la montaña, haciéndolas pasar por enfermas, viendo en ellas un negocio económico, redituable para “el bolsillo de mentes cegadas por la ambición”.
Por lo anterior, exigieron a la Profepa y la Conafor una mayor vigilancia en estas áreas verdes porque solo el cuidado y la conservación de la misma generar mejores beneficios al medio ambiente, así como de la captación de agua y combatir el cambio climático.
Además, que no se den más permisos ni notificaciones de saneamiento hasta que se hagan estudios completos sobre lo que se va hacer y que se da la participación comunitaria, pues como pobladores deben vigilar para que no ocurran más irregularidades solo porque “tiene poder”.
Esto, pues comentaron que, aunque se frenó por parte de las autoridades la tala, no se sabe qué ocurrió con la madera, ya que se la pudo haber llevado gente externa del municipio y no se puede permitir que siga “este ecocidio”.
