Cada día hay más jóvenes que aspiran a una formación como bailarines de ballet clásico en el estado de Puebla, sin embargo señalan que se han enfrentado a críticas en relación a su género, peso y pigmento de piel, por lo que piden a las instituciones implementar acciones en contra de la discriminación y el racismo.

Con motivo del Día Internacional de la Danza, establecido por la Unesco en 1982, atendiendo a una iniciativa del Comité Internacional de la Danza, es que cada 29 de abril se celebra esta fecha en honor al natalicio de Jean-Georges Noverre, maestro y creador del ballet moderno.

Por tanto, en entrevista para este medio, un grupo de estudiantes de la licenciatura de danza clásica de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) hicieron un llamado al gremio de la danza para reflexionar sobre los desafíos que las nuevas generaciones de bailarines enfrentan en Puebla para continuar con su formación artística.

Pese a críticas, Alexander dedica su día al ballet  

Desde los nueve años, Alexander inició su camino en la danza, bajo la inspiración de su hermana, quien practicaba gimnasia rítmica, lo que le permitió cultivar esta arte hasta los 12 años.

“Me gustó muchísimo la gimnasia, porque me permitió adentrarme al mundo de la danza para tener mayor coordinación, flexibilidad, desarrollo físico y otro tipo de ejercicios y actividades que me llevaron por este camino”

Sin embargo, durante este periodo tuvo que superar ciertos desafíos para dedicarse a ser bailarín, no sólo de sus padres, sino por parte de otros contextos que lo hacían dudar de continuar con su formación como intérprete de danza clásica.

Estudiar danza no es nada fácil porque, así como hay personas en la familia que buscan un licenciado en cualquier área que conocemos, hay otras que no quieren que estudiemos esa carrera por prejuicios sociales, hubo muchas trabas, pero aquí sigo, resaltó Alexander.

Actualmente, Alexander dedica el mayor tiempo posible a su profesión con acrobacias, acondicionamiento físico y demás ejercicios propios que le otorgan sus clases universitarias para mejorar la fuerza en sus piernas, brazos y flexibilidad en los splist y squahs.

Como bailarines hombres que no les importe lo que les digan sus familiares, amigos y demás, hay que perseguir nuestro sueño en México y el mundo, un ejemplo de ello es Donovan Daniel Carrillo Suazo, patinador artístico que representa a nuestro país en la categoría masculina, concluyó.

El ballet exige alto rendimiento no dietas: Cinthia

Un cambio, de la licenciatura de cine a la carrera de danza fue la decisión que tomó la intérprete Cinthia, quien se inclinó por la musicalidad, la elongación de su cuerpo y la técnica del ballet clásico que ofrece la BUAP a partir del proceso de admisión en el que realizó diferentes exámenes físicos, médicos, fisiológicos y psicológicos, porque es una carrera de alto rendimiento, señaló.

Desde que entré a la carrera de danza practico de 6 a 8 horas al día. Al principio tengo las clases técnicas y después las sesiones son teóricas.

Respecto a la alimentación que mantiene, compartió que a lo largo de su jornada se hace un espacio para comer de acuerdo a su ritmo de vida, porque a veces su cuerpo le pide más, debido a que como bailarina tiene un metabolismo diferente al de otros, así como varía el estilo de vida.

Para mí comer demasiados carbohidratos provoca que me sienta pesada, es por eso que no como mucho esos elementos, y más que nada como lo que el cuerpo me pide para poder rendir durante el día, por ejemplo, yo como cinco raciones al día, lo cual no es lo mismo que otro bailarín ingiere, pues depende en gran medida de su dieta.

Sobre los mitos de comer menos para un peso ideal, indicó que en la danza las dietas son muy desgastantes, porque no van de acuerdo a lo cuerpo pide, debido a que hasta cierto punto carecen de fundamento si no se aplican de manera adecuada, dado que en cada clase se pierden alrededor de 300-450 calorías.

Técnica es consciencia corporal: Maritza

Con un espléndido semblante, Maritza compartió que a sus seis años de edad cuando su tío, bailarín de danza clásica, abrió un taller de esta arte ella decidió inscribirse y a partir de ese momento le encantó, porque en la danza ha encontrado una manera de expresarse y sentirse completa, compartió.

A lo largo de su formación, consideró ingresar a la licenciatura, lo que implicó que tuviera diversas cualidades como fuerza, coordinación, flexibilidad y mucho trabajo corporal interno, como la rotación de piernas, lo que le ha resultado difícil, porque debe de ser consciente de las sensaciones que tiene.

Como estudiante de séptimo semestre de la licenciatura de danza nos enlistó las asignaturas que forman su marco curricular, las cuales son técnica de danza clásica, técnica contemporánea, dramaturgia, metodología de la danza clásica, metodología de la danza contemporánea y análisis de las corrientes dancísticas musicales en la danza para identificar que melodía es para cada pieza.

“Mi mayor sueño como intérprete de danza clásica es que personas ajenas a esta disciplina me conozcan, que se interesen en la danza y vean que esta arte no es elitista; es para todas las personas con diferente clase social”.

Por último, resaltó que la técnica clásica de Europa que se imparte en las escuelas de Puebla y México a veces no es la más adecuada para los cuerpos, ya que la anatomía es diversa, mientras que la técnica cubana es la que más se adapta un poco más a los cuerpos de mexicanos.  

Estereotipar el cuerpo deja daños emocionales: Ariel

Por su parte, Ariel abundó que en la danza hay diferentes cuerpos, unos mejores entrenados que otros, lo cual a veces genera tensión en la percepción corpórea de cada intérprete, sumado a los comentarios de los maestros, quienes fortalecen este mensaje estereotipado del cuerpo ideal.

“A veces a ti como danzante te aflige que en las audiciones o con algún maestro ellos te dicen mejorarías en este paso si no comieras esto, lo que hace que te empieces a cuestionar si realmente eres apto para esta disciplina o no. Esto hace un daño emocional, porque uno mismo se empieza a poner el pie o entre compañeros”, indicó.

Sobre las películas de ballet clásico, como Billi Elliot (2020),también comentó que contribuyen a reflejar la cara bonita de cuerpos estilizados, de lo que comes, eres feliz, cuando a veces en el mundo de los bailarines también se está en el peor momento, “a veces la complexión no da”, resaltó.

“Si quieren saber más de esta disciplina los invito no solo a ver las películas, sino también consultar con las personas que lo practican para enterarse de cómo realmente es nuestro mundo o tomar alguna clase presencial, pues si es en internet puede generar alguna lesión”.

Por último, agregó que es importante cuidar el cuerpo, debido a que es muy recurrente que en el gremio dancístico haya lesiones, en tobillos, ingles, cuello, espalda, pies, además de que el cambio de temperatura también les afecta y provoca lesiones en los músculos, debido a que se contraen, o se desgarran.

Docentes inspiran a mejorar técnica: Lucero

“Es indispensable que haya docentes que nos inspiren para ser mejores”, resaltó la joven Lucero, quien nos compartió que el profesor Rogelio Carrillo ha sido un modelo a seguir para su formación como danzante, hasta el punto de querer ser como él, refirió la bailarina.

“Tener este tipo de maestros inspiración que siguen bailando, hacen que uno tenga mejor calidad en su desarrollo creativo e interpretativo, debido a que como bailarines si un día no practicamos es crucial para nuestros cuerpos”.

Destacó que ejercitarse le permite tener mejor elasticidad y desarrollo técnico, día a día significa un avance para el cuerpo, de lo contrario se retrocede como intérprete profesional.

Aprendizaje colectivo en la danza: Mar

Por su parte, Mar se ha desempeñado como docente de danza desde hace 10 años. Su metodología se basa en el aprendizaje colectivo, porque considera que a partir de una guía y de tener conocimientos conjuntos el aprendizaje es más enriquecedor, tanto para el maestro de danza como el alumno.

Durante mi formación académica no vi ese aprendizaje conjunto, no tuve la posibilidad de tener esa experiencia, pero como docente me he dado cuenta que a partir del diálogo, de problematizar el cuerpo y cómo cada quien aborda su corporalidad es que surgió mi laborario colectivo, concluyó.

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Subcoordinadora de información en el portal de noticias Ángulo 7. Licenciada en Lingüística y Literatura Hispánica de la BUAP. Reportera desde 2020, ha cubierto la fuente de cultura en el portal Quórum...