El edil de la capital poblana, Adán Domínguez Sánchez, informó que en 2023 se clausuraron 29 bares en la zona de Ciudad Universitaria, Facultad de Medicina y el Barrio de Santiago, debido a que estos operaban con irregularidades.
Es decir, operaban con permisos vencidos, sin permiso o de plano de forma clandestina; y no hablemos, claro, de las medidas preventivas de protección civil y bomberos, por que menos se contaba con ello,
Esta declaración es de llamar la atención y pone en duda el papel de la Unidad de Normatividad y Regulación Comercial, que si bien no tiene facultades para otorgar un permiso, es la que determina si un establecimiento continúa operando o no.
¿Por qué llama la atención? Porqué en los diferentes operativos que se han realizado cerca de la zona se puede observar una fuerte afluencia de estudiantes, además de que incluso a través de las mismas redes sociales se difunden vídeos sobre el ambiente en los establecimientos.
Además, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUEP) tiene una matrícula (al menos hasta agosto de 2023) de 111 mil 550 que asisten a las instalaciones a tomar clases presenciales, por lo que en un ejercicio de suposición consideramos que uno por ciento asiste constantemente a un bar cerca de la universidad, estaríamos hablando que mil 150 están distribuidas en estos lugares. Al menos que se escondan muy bien ¿no?
El ayuntamiento es el que debe dar los permisos para que un negocio pueda iniciar operaciones, por ello, debe observar que quien emita dicho documento o permita que el establecimiento siga abierto al público, lo haga sin haber cometido un acto de corrupción o contubernio. Ese el reto.
Los bares cerca de las universidades son secreto a voces, por lo que vale la penas preguntar ¿Qué está haciendo Normatividad? ¿o por qué siguen existiendo bares cerca de los centros educativos?
