Iniciaron las campañas electorales, y con ello perfiles del pasado reaparecen; hay conciliaciones y comienzan las discrepancias entre proyectos. Sin embargo, estos perfiles, aunque provienen de partidos que hoy han perdido militancia, están dispuestos a sumar.
Tal es el caso del exgobernador de la entidad y exedil de la capital poblana, ambos por el PAN, José Antonio Gali Fayad, quién después de su último mandato, hace 6 años, se le vio apoyando la candidatura de hijo, Antonio Gali López, por la diputación federal del distrito 9 por Morena.
Esta es su segunda aparición pública luego de que dejó la “mini gubernatura”. La primera fue en el primer informe del actual gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina. Allí mismo, el aspirante a la gubernatura, Alejandro Armenta Mier, anunció que se venían sorpresas y que Tony Gali es su amigo.
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Durante el acto de campaña de su hijo, a Gali Fayad se le preguntó en reiteradas ocasiones cómo es que se integraría a la campaña de Morena. Este respondió diciendo que su apoyo es para todos los candidatos del guinda, incluido su hijo.
La aparición de este personaje en las filas de la 4T, no ha causado división y pugnas internas. Por el contrario, fueron bien recibidos.
Pese a lo que digan las dirigencias de la alianza “Mejor rumbo para Puebla” conformada por PAN-PRI-PRD-PSI de que los perfiles que se van para otros partidos son unos traidores a sus principios. La realidad, es que un perfil como el de Gali Fayad, con capital político y bien posicionado, podría ayudar a ganar el partido.
Es un hecho que sus mejores perfiles y su militancia han abandonado el blanquiazul, para abonar a la construcción del segundo piso de la 4T. Por ello valdría la pena preguntar: ¿Cómo impactará en “Mejor rumbo para Puebla” que Tony Gali apoye a Morena?
