Si hay algo que saben hacer los políticos tradicionales del PRI y PAN es incrustarse en las dependencias gubernamentales que están o estaban en proceso de transformación por instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En esta columna, contaré el caso del Distrito 02 federal de Zacatlán, Puebla, y cómo, con maquinaciones, actualmente dirigen los programas de la Secretaría del Bienestar federal en dicha región y los usan a favor de ciertos aspirantes a las diputaciones federal, local y presidencias municipales, contraviniendo la ley y ética que debe caracterizar a la 4T.
La historia comenzó desde los primeros años del sexenio cuando el exdirector regional, Vicente Cabrera Luna, no permitió a ediles y exediles, pese a su insistencia al señalar que anteriormente así era en la entrega de apoyos, estar presentes en los eventos de dicha secretaría, por ejemplo, como los de las pensiones para el Bienestar de adultos mayores.
Urden plan
Lo anterior ocasionó molestia de parte de ellos, que cada vez que podían hacían comentarios negativos sobre servidores de la nación y del mismo exdirector, señalando malos tratos a los beneficiarios, pero sin pruebas.
Pero, no sólo fueron ellos quienes emitieron este tipo de comentarios, sino personas “ciudadanas” vinculadas a ellos por temas laborales o familiares, urdiéndose así este plan.
Valiéndose de funcionarios que ya trabajaban en la Secretaría del Bienestar antes de este sexenio convencieron al exdelegado Rodrigo Abdala Dartigues de esos “malos tratos”, por lo que este último le pidió al exdirector sus cambios de adscripción, pero, al mismo tiempo, lo acusaron, a través de terceras personas, de ser el autor de estas permutas, pese a no ser así, generando conflicto entre ellos.
Inició el golpeteo y en lo que dichos servidores de la nación dilucidaban la situación, había notas periodísticas acusando a Cabrera Luna de malversación de recursos públicos sin sustento, pero con la necesaria fuerza política para hacerlo renunciar en junio de 2023, después de 4 años y medio de estar al frente, organizando los operativos para entregar los apoyos, pues aún no se tenía una bancarización tan avanzada, así como la vacunación y ayudando a concretar las sedes del Banco del Bienestar en la región.
Virginia Guevara Carmona se quedó en su lugar, quien es consejera estatal de Morena y quedó en fórmula con Jorge Alberto Peláez Cortes, hijo de un exalcalde priista y ambos de Chignahuapan.
Impulsan a Yolanda León
Ahora, desde la dirección regional se impulsa a Yolanda León Quintero como candidata a la diputación federal de este Distrito, quien también es originaria de Chignahuapan y sobrina de Virginia. Las peticiones de apoyo hacia León Quintero –quien se desempeñaba como promotora de Unidad Básica de Atención al Adulto Mayor, al igual que la misma directora– en un inicio fueron hacia los 63 servidores de la nación, pero la mayoría se inconformó al señalar que no estaban para promover las aspiraciones políticas de nadie.
Ahora, los principales servidores de la nación que se han inconformado por este tema son acosados laboralmente.
El uso de los programas sociales con fines electorales es peligroso porque impedirá concretar la 4T, donde los apoyos son un derecho constitucional, como ha defendido López Obrador, y no cotos de poder, pero aún es más que este tipo de personajes logren puestos de elección popular, pues ya han gobernado anteriormente beneficiando a unos cuantos y a los llamados proyectos de muerte de la región, por lo que la 4T se truncaría prácticamente en unos meses.
Por ello, Morena debe revisar con lupa las trayectorias de los aspirantes, sus relaciones y vinculaciones, así como verificar minuciosamente su compromiso social, con sus acciones pasadas o presentes. Lo anterior, independientemente, si son fundadores del partido o políticos con un pasado priista, panista o de cualquier otro partido.
O ¿tú qué opinas?