Secretos de una piel sana: 6 productos dermatológicos indispensables. Foto: especial

Mantener una piel sana implica cuidarla adecuadamente y utilizar productos dermatológicos de grado profesional, que se adapten a tus necesidades. Si bien cada persona es diferente y puede requerir tratamientos específicos según sus necesidades y problemas, existen algunos que son imprescindibles para una rutina de salud y belleza.

Te invitamos a seguir leyendo para conocer la lista de productos básicos, que sólo puedes conseguir en alguna farmacia dermatológica, para una  adecuada que te ayude a conseguir una piel radiante en salud, pero también a prevenir posibles problemas generados por el ambiente y los rayos del sol. Vayamos a ello:

1. Limpiador suave, adecuado para tu tipo de piel

El primer y más esencial paso en cualquier rutina de cuidado dermatológico es la limpieza:

  • Deshacernos del maquillaje, la suciedad y las impurezas acumuladas a lo largo del día es crucial para que la piel respire adecuadamente.
  • En lugar de utilizar jabones que pueden ser demasiado agresivos y desequilibrar el pH normal, opta por un limpiador suave y específico para tu tipo de piel.
  • Los limpiadores suaves, a diferencia de los jabones comunes, respetan la barrera cutánea y no eliminan los aceites naturales que la piel necesita para mantenerse hidratada y protegida.
  • Elige opciones probadas por laboratorios de prestigio, libres de fragancias y sulfatos, ya que estas sustancias pueden causar irritación y sequedad en la epidermis.
  • Te sugerimos buscar productos con ingredientes suaves que calmen y nutran, mientras la limpian profundamente.

2. Exfoliante suave para usar cuando sea necesario

Una piel radiante se caracteriza por su textura suave y uniforme. Para lograr esto, es esencial incorporar un exfoliante suave que ayude a eliminar las células muertas y las impurezas que pueden obstruir los poros y causar imperfecciones o problemas mayores en la apariencia y salud de la epidermis.

Sin embargo, es importante usar estos productos con moderación, de lo contrario podría causar irritación, enrojecimiento y hasta pequeñas heridas invisibles que pueden infectarse. Es recomendable exfoliar una o dos veces por semana. Te sugerimos buscar exfoliantes con partículas finas y no abrasivas con activos como el ácido glicólico o el ácido láctico.

3. Hidratante, de acuerdo con tu tipo de piel

Igual de importante que una limpieza y exfoliación adecuadas, la hidratación es un pilar fundamental para una piel sana. Independientemente del tipo que tengas, incluso si es grasa, necesitas hidratarla adecuadamente para mantenerla en equilibrio y evitar la sobreproducción de sebo.

Si tienes piel seca, busca una crema o loción rica en ingredientes humectantes como la glicerina o el ácido hialurónico, que ayudarán a retener la humedad. Por otro lado, si tienes piel grasa, opta por una crema hidratante en gel o una emulsión ligera, que no obstruirá los poros.

Para aquellos que presentan sensibilidad, es importante evitar los productos con fragancias y colorantes, ya que pueden causar reacciones adversas. En lugar de ello, elige hidratantes hipoalergénicos y sin perfume, con ingredientes especiales, con propiedades calmantes.

4. Humectante con nutrientes y antioxidantes

Además de mantener la piel hidratada, es esencial nutrirla con ingredientes beneficiosos para su salud:

  • Los humectantes que contienen principios activos, como las vitaminas A, C y E, ayudan a protegerla contra el daño causado por los radicales libres y promueven la producción de colágeno, lo que mejora la elasticidad y la firmeza.
  • La vitamina A, en forma de retinoides, es especialmente efectiva en la reducción de líneas finas y arrugas, así como en la prevención del acné.
  • En tanto, la vitamina C es un poderoso antioxidante que aporta luminosidad y mejora su textura.
  • Por su parte, la vitamina E aporta un efecto calmante y la mantiene suave y flexible.

Te sugerimos buscar productos dermatológicos que contengan una combinación de estos activos para mantener tu piel saludable. Sin embargo, asegúrate de seguir las recomendaciones de uso, ya que algunos de estos ingredientes pueden ser fotosensibles y deben usarse preferiblemente por la noche.

5. Protector solar

Uno de los pasos más importantes y efectivos para mantener una piel sana y prevenir el envejecimiento prematuro es el uso diario de protector solar. Los rayos UV del sol son responsables del daño celular, la hiperpigmentación y las arrugas. De manera que protegerla de estos factores externos, resulta esencial.

Te recomendamos buscar un protector solar de amplio espectro, lo que significa que protege contra los rayos UVA y UVB. Un factor de protección solar de al menos 30 es recomendado para un uso diario, pero si estás expuesto al sol durante períodos prolongados, considera un FPS más alto.

Recuerda aplicar este producto generosamente y repetirlo cada dos horas, especialmente si te encuentras al aire libre.

6. Tratamientos para atender las afecciones en tu piel

Además de los productos básicos mencionados anteriormente, es posible que necesites tratamientos específicos para abordar problemas particulares en tu piel. Si sufres de acné, rosácea, manchas de la edad, u otras afecciones, debes incorporar los medicamentos adecuados a tu rutina:

  • Por ejemplo, para el acné, los tratamientos con ácido salicílico pueden ser efectivos en la reducción de las espinillas y la prevención de futuros brotes.
  • En el caso de la rosácea, son necesarios activos antiinflamatorios y suaves.
  • Cuando se tienen manchas de la edad o la hiperpigmentación, los productos con ingredientes aclaradores como la vitamina C o el ácido glicólico son recomendables.

Conclusión

Mantener una piel sana y radiante requiere dedicación y la elección adecuada de productos dermatológicos. La limpieza, el uso ocasional de un exfoliante suave, la hidratación con activos adecuados y el uso de un protector solar diariamente son pilares fundamentales en tu rutina. No olvides incorporar humectantes y nutrientes, así como medicamentos recetados por un dermatólogo, si presentas afecciones.

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