¿Sabías que, a nivel mundial, los ahogamientos son la tercera causa de muerte accidental? En México, durante 2020, hubo mil 555 muertes por esta causa, según datos del Inegi. Tan sólo en un mes, cinco poblanos han muerto en accidentes marinos.
El pasado 24 de febrero, cuatro personas originarias de Coxcatlán, Puebla fallecieron tras haber sido tragados por las olas de una playa de Caborca, en Sonora, durante un viaje de vacaciones.
En un segundo caso, otros dos poblanos provenientes de Huejotzingo, fueron arrastrados por el mar de Playa Boca de Pascuales, en Tecomán, Colima el domingo 19 de marzo, y pese a que uno de ellos logró ser rescatado, el otro no corrió con la misma suerte y su cuerpo fue hallado la tarde del jueves.
De acuerdo con la OMS, en 2019 al menos 236 mil personas en el mundo perdieron la vida por accidentes en albercas, el mar y otros cuerpos de agua.
Ante esta problemática, instancias como el Instituto Poblano del Deporte (Inpode) y la Agrupación de Directivos de Escuelas de Natación (ADEN), han presentado campañas como “México sin ahogamientos”, con la que se busca generar estrategias para la prevención de incidentes de este tipo.
En su mayoría, estos sucesos suelen ocurrir en temporadas vacacionales entre la población infantil y juvenil. Si planeas visitar balnearios o playas con tu familia esta Semana Santa, toma en cuenta estas recomendaciones para que puedas disfrutar de unas vacaciones seguras.
La prevención:
Supervisar si hay personas en el agua y evitar nadar solo
Lo más recomendable cuando hay menores cerca del agua es que haya un adulto acompañándolos o supervisándolos de cerca. En el caso de los mayores, es importante considerar si hay otras personas alrededor antes de entrar al mar, por ejemplo. Pues en caso de un accidente, esas personas podrán dar aviso a un salvavidas.
La importancia del chaleco salvavidas
Los chalecos salvavidas reducen el riesgo de ahogamiento durante una navegación en bote para personas de todas las edades con o sin habilidades de natación. Aquellos dispositivos de aire o espuma no son recomendables cuando hay un acercamiento a partes más profundas del mar.
Evitar las profundidades si hay padecimientos comprometedores
En el caso de tener un padecimiento que pudiera comprometer tu vida, la mejor opción es estar siempre acompañado de otra persona y mantenerse alejado de las partes más profundas del mar o con olas agresivas, ya que en caso de presentar un desmayo, convulsión o ataque cardíaco, será más difícil dar atención a una emergencia de este tipo.
Consulta el clima
Antes de realizar actividades acuáticas, consulta las previsiones meteorológicas de ese día, y evita nadar cuando haya fuertes vientos o tormentas. Los rayos pueden hacen que nadar sea increíblemente arriesgado, mientras que los vientos pueden crear condiciones difíciles para nadar y con grandes olas. A la par, toma en consideración visitar playas supervisadas por salvavidas o socorristas.
¿Nadar bajo efectos del alcohol? Mala idea
Entrar al mar tras haber consumido bebidas alcohólicas es sumamente arriesgado y sus consecuencias pueden llegar a ser fatales. Lo mejor es mantenerse lejos o en todo caso en la orilla, en el caso del mar, pues los efectos del alcohol aún en pequeñas cantidades, disminuyen la coordinación y el juicio de las personas.
¿Cómo actuar si accidentalmente caigo al agua?
Mantener la calma es clave
Por más absurdo que suene, el paso más importante será mantener la calma, pues frustrarse o actuar desesperadamente únicamente te agotará y acabará con tu energía. Un principio que debes tener en mente y que te ayudará a vencer el pánico en una situación como esta, es saber que los humanos aun sin saber nadar, flotamos en el agua mientras haya oxígeno en nuestros pulmones, por lo que si no hay, te hundirás.
Flota en posición boca arriba
Tras caer al agua, lo primero que querrás hacer será luchar contra el agua para poder mantener tu cabeza en la superficie y continuar respirando, sin embargo, esto no es lo más recomendable pues terminarás casándote y limitando tu cantidad de oxígeno. Lo mejor que puedes hacer mientras esperas a ser auxiliado es flotar boca arriba mientras levantas uno de tus brazos para pedir ayuda.
Si estás en mar abierto y el oleaje es bastante tranquilo, puedes intentar avanzar hacia la orilla empujando el agua con tus brazos o inclusive pataleando, sin dejar de respirar en ningún momento, recuerda que esto es lo que te mantendrá a flote.
No luches contra las olas y nada en paralelo a la orilla
En el caso de que hayas sido arrastrado por el mar y haya un oleaje intenso, puedes mantenerte en la posición anterior, es decir, boca arriba o intentar nadar. Aun sin saber hacerlo, el estilo de perrito puede ser de gran ayuda, sólo recuerda que nunca debes intentar nadar hacia la orilla, sino en paralelo a ella, de este modo, las olas te empujarán naturalmente hacia allá.
Por último, considera que saber nadar no garantiza el que sepas actuar ante alguno de estos incidentes, no obstante, te proporcionará herramientas para sentirte más seguro en el agua. Si está dentro de tus posibilidades, considera tomar un curso básico de natación, pues nunca está de más.
LPR
