Derivado del súbito fallecimiento del empresario Íñigo Arenas Saiz, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (Fgjem) comenzó a investigar el caso cómo un posible homicidio, girando así ordenes de aprehensión contra seis personas.

La fiscalía señaló que cuatro mujeres, y dos hombres, estuvieron presuntamente involucrados en la muerte del empresario dentro de la discoteca Black Royce, ubicada en el municipio de Naucalpan, del cual se señala también como presunto partícipe al capitán de meseros y el encargado de seguridad.

En el mismo comunicado de la institución autónoma se describe la llegada del empresario al local, quien al poco tiempo de estar ahí fue llevado por el personal de seguridad, acompañado de cuatro bailarinas de la discoteca, a una sala privada en la parte baja del establecimiento.

De acuerdo a las autoridades, las mujeres acompañantes, junto al encargado de seguridad y el capitán de meseros, “ordenaron bebidas y suministraron sustancias a la víctima”. 40 minutos después de esto, una de las mujeres dijo al encargado de seguridad que el hombre se encontraba “mal”, y se había puesto “morado”.

El comunicado asegura que uno de los empleados le realizó una Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) al empresario, pero esta no funcionó, por lo que fue trasladado hasta la puerta de emergencia del local, donde se llamó a los servicios de emergencias.

 Necropsia concluye muerte por sofocación

Los resultados de la necropsia protocolaria, junto con los registros de la investigación, concluyeron que la causa de muerte fue asfixia mecánica por sofocación inducida en su modalidad de oclusión de vías respiratorias por contenido gástrico con presencia de alcohol y otras sustancias químicas.

Se concluyó que los empleados del Black Royce con los que el empresario pasó la noche, son los posibles responsables del ilícito de homicidio en agravio, al ser estos los responsables de suministrar al hombre las sustancias que llevaron a su deceso.  

Tras un cateo al local realizado por las autoridades, se hallaron pastillas y sobres con cocaína, así como recipientes para aplicación de gotas, cuyo contenido aún está siendo objeto de análisis pericial. También se confiscó equipo de grabación y diversos documentos relacionados al delito que se cometió dentro del local.

Como consecuencia de ello, el lugar fue cerrado, para que se pueda continuar con las investigaciones necesarias sin impedimento alguno. La fiscalía declaró que también se está investigando la comisión de más delitos al interior del domicilio.

 

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