El gobierno de Puebla declaró patrimonio cultural intangible del estado el trueque de San Pedro Cholula que se realiza cada 8 de septiembre en la Plaza de la Concordia, por los valores culturales antropológicos, históricos, artísticos y tradicionales que representa.
Lo anterior, de acuerdo con el decreto publicado en el Periódico Oficial del Estado (POE) que destacó que la práctica del trueque se realiza en el municipio poblano desde el año 500 después de Cristo.
Y es que, debido a que era un importante centro ceremonial dedicado a Quetzalcóatl, al lugar llegaban comerciantes de distintas partes con productos a la “Gran Plaza” -en el área que correspondería al convento de San Gabriel, al actual zócalo y a la Plaza de la Concordia-, los cuales eran intercambiados por otros elaborados por los habitantes de diversos pueblos.
San Pedro Cholula era considerada una “ciudad sagrada” dentro del Altiplano Central, y una meta obligada de peregrinación, al nivel de Roma para los católicos o la Meca para los musulmanes, y esta dinámica no cambió después del período de conquista, lo que hizo de ella una ciudad multicultural y un importante centro de intercambio, a tal grado, que se le llegó a conocer como “ciudad mercado”, e incluso uno de sus barrios se llamaba “Tianguismanalco”.
En dicho municipio, destacó el documento, el trueque se realiza por costumbre, sin organización previa, ya que los habitantes y quienes acuden a esta práctica lo hacen sin recibir una invitación o anuncio, lo cual sirve como desarrollo para otras prácticas culturales, como la gastronomía, las ofrendas del Día de Muertos o la medicina tradicional, al suministrar los productos que les son necesarios y que no pueden encontrarse de manera inmediata en la localidad.
Por dichas razones, el trueque debe ser considerado patrimonio cultural en función de los usos sociales, rituales y actos festivos que actualmente representan; garantizándose el derecho humano a los usos sociales, hábitos y preservación de tradiciones culturales, además de proveer un sentido de identidad, ya que constituye una memoria viva de sus prácticas ancestrales.
El decreto señaló que en junio de 2022 se realizaron dos foros de consulta entre ciudadanos del municipio, quienes aceptaron el proceso para declarar e trueque como patrimonio cultural intangible.
Es necesario señalar que los productos que se intercambian en el trueque tradicional son: incienso y copal, artesanías de: madera, barro, palma, ámbar, cobre, metales, rafia, cerámica, yeso, tela, piel, piedra, tejido, cestería, bordados; productos de origen criollo como: manzanas, peras, durazno, guayaba, limón, nuez de castilla, vainas, aguacates; cacahuates, chiles, habas, chiles poblanos, chiles locos, guajes; o productos hechos artesanalmente como el pan de fiesta y los dulces típicos, así como las hierbas medicinales, entre otros.
Asimismo, el intercambio suele darse entre bien agrícola por bien agrícola o bien agrícola por artesanía o bien procesado artesanalmente, siempre y cuando exista un acuerdo entre las partes en la equivalencia entre el valor de los productos, ya que en el Trueque no hay reglas establecidas.
