Desgraciadamente una vez ocurrió un terrible accidente que dejó como resultado la muerte de dos mujeres de la tercera edad. Los hechos ocurrieron en la 18 poniente, sobre la 7 norte, cuando las dos mujeres que intentaban cruzar la calle, fueron embestidas por un camión de la ruta UTP.
La reacción inmediata de la sociedad es tachar al chófer, condenarlo y estigmatizarlo como si fuera el peor criminal. Claro, no es menor lo que hizo, mucho menos hay justificación alguna para sus acciones, no obstante, existe un problema real que incluso algunas han manifestado: las altas “cuentas” que se les piden.
En un sondeo realizado por Ángulo 7, usuarios reportaron que parte del mal servicio en el transporte público es porque los concesionarios piden cuotas altas a los chóferes, por lo que esto se ven en la necesidad de recoger más pasaje, atrasarse en su ruta y, por ende, “corretearse” con la unidad que viene atrás de él.
Estos mismos concesionarios presionan al gobierno estatal para incrementar el precio de la tarifa del pasaje, bajo la justificación de que “ahora si viene la buena” para remodelar o cambiar unidades.
En se sentido, la Secretaría de Movilidad y Transporte desde hace un buen tiempo ha buscado capacitar a choferes del transporte mediante cursos previos a la hora de adquirir una licencia, pero, pese a ello, los accidentes siguen pasando de manera más constante.
Uno de los retos no sólo sería continuar con las capacitaciones, inspecciones o sanciones, sino que, en un trabajo conjunto con los dueños de las unidades, se pueda establecer un diálogo para tomar en cuenta la situación de los chóferes, qué pasa por sus cabezas que les ocasiona manejar de esta manera.
Tan sólo en estos últimos dos meses se han presentado 4 accidentes de gravedad por parte de este medio de transporte. A inicios de noviembre, una ruta 10 atropelló a una mujer en San Manuel lo que le provocó la muerte; siete días después, una ruta 68 chocó generando siete heridos. Finalmente el 16 de noviembre, una ruta S19 arroyo a una mujer que también perdió la vida.
