Editorial Ángulo 7
En este espacio vertirmos la opinión de nuestro medio, siempre con una visión contructiva Credito: Elaboración propia

Ante un escenario donde los aspirantes de Morena iniciaron la contienda por la gubernatura en 2024, el PAN en Puebla ya está a contrarreloj para generar consensos entre sus perfiles, pues, esperar a que la decisión venga de la dirigencia nacional, pondría en riesgo su competitividad rumbo a 2024.

Este martes, un día después de que Carlos Martínez Amador, líder estatal del PRD, fue destapado como virtual precandidato a la gubernatura, el alcalde de la capital, Eduardo Rivera Pérez, reiteró su postura de que las dirigencias nacionales de los partidos que conforman la alianza opositora designarán al candidato.

Aunque el edil dio la “bienvenida” al dirigente perredista como contendiente por la misma candidatura, no deja de llamar la atención la insistencia del panista en que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de su partido, encabezado por Marko Cortés Mendoza, tome definiciones.

Parecería que el PAN seguirá una ruta similar a la del PRD, donde los dirigentes nacionales destaparon a Martínez Amador sin mucha discusión interna, o incluso a la de Morena, donde las grandes decisiones se tomarán a nivel nacional, con mayor o menor consenso entre la militancia local. Sin embargo, la situación es muy diferente en cada partido.

En Puebla, el PRD no ocupa cargos de importancia y carece de perfiles que puedan medirse con los de otros partidos, incluso con los de sus aliados, lo cual facilitó la designación por “dedazo”.

En el caso de Morena y sus aliados –PT, PVEM y los que se sumen–, ante cualquier disenso, la experiencia muestra que todos terminarán por alinearse a la determinación de su máximo factor de unidad: el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En contraste, el PAN y sus aliados –PRI y PRD– carecen de una figura que pueda generar consensos siquiera cercanos a los que consigue el máximo líder morenista. Ni los líderes históricos, ni los intelectuales, ni los empresarios y mucho menos los dirigentes nacionales son figuras que generen unidad desde el nivel nacional hasta el local.}

Zepeda reconoce vacío de liderazgo con Cortés

Por otra parte, si algo ha quedado claro durante los cuatro años de Cortés Mendoza al frente del CEN es su escasa efectividad para promover el apoyo a candidatos ganadores. Con él al mando, el partido albiazul ha perdido cinco gubernaturas frente a Morena y sus aliados: Puebla, Baja California, Baja California Sur, Tamaulipas y Quintana Roo. Sólo ha salido avante en dos de sus últimos bastiones históricos: Aguascalientes y Querétaro.

Al respecto, el senador panista Damián Zepeda Vidales reconoció, en entrevista con Ángulo 7, que el actual presidente del CEN albiazul ha generado “silla vacía de liderazgo como opositor a Morena”.

En consecuencia, llamó a los panistas poblanos a trabajar para tener su propio candidato, o candidata, y evitar el “error” de dejar que la dirigencia de Cortés Mendoza decida por ellos.

Así pues, la decisión está en la cancha del PAN en Puebla. Pueden abrir el diálogo entre sus aspirantes –Rivera Pérez, Genoveva Huerta Villegas, Nadia Navarro Acevedo y los que se sumen–, o esperar el dedazo del CEN con un pronóstico incierto.

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