Editorial Ángulo 7
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El Consejo Nacional Morena tomó, este domingo, decisiones claves para su contienda interna por la candidatura presidencial, las cuales cambian las reglas de juego político en México: el reconocimiento de un máximo de seis presidenciables que se medirán en cinco encuestas, la obligación de que renuncien a sus cargos para evitar desvío de recursos y la prohibición de las tradicionales “cargadas” de gobernadores a favor o en contra de aspirantes.

En una sesión histórica en su corta vida como partido, la cual inició en 2014, los 300 consejeros nacionales de Morena lograron un acuerdo unánime, firmado por los seis aspirantes, para fijar las reglas de su proceso interno para elección de militante que será Coordinador de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación, es decir, el virtual candidato presidencial de la 4T.

A diferencia de 2018, donde el liderazgo del fundador del partido, el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, era incuestionable y prevaleció para convertir en candidato sin contienda interna, cinco años después hay una fuerte competencia entre al menos cuatro grupos y sus respectivas cabezas.

Así, la primera decisión clave del consejo, fue reconocer a cuatro presidenciables morenistas que se han posicionado como líderes en el último año: Marcelo Ebrard Casaubón, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal Ávila y Claudia Sheinbaum Pardo. Así fueron enlistados, por orden alfabético, para evitar interpretaciones de favoritismo.

A ellos, se podrán sumar dos aspirantes de los partidos aliados: uno postulado por PT y otro, por el PVEM. En el marco del consejo, quedó claro que serán el diputado con licencia Gerardo Fernández Noroña y el aún senador Manuel Velazco Coello, respectivamente, pues ambos estuvieron al lado de los aspirantes morenistas y, desde hace meses, figuran también en encuestas externas.

Que el proceso se delimite sólo para estos perfiles –según explicó Alfonso Durazo Montaño, gobernador de Sonora y presidente del Consejo– obedece también a la intención de evitar que otros sin posibilidades “reales” de ir a una contienda electoral se suban al proceso con fines de promoción personal.

Eliminan tradición del “tapado”

Esta selección de aspirantes puede parecer normal en contexto político actual, pero hay que resaltar que se trata del fin de más de un siglo de la vieja práctica política del “tapado”, es decir, del candidato que el presidente en turno y su grupo eligen sin tomar en cuenta a su partido y mucho menos a la gente.

Ahora, sólo 6 presidenciables de la llamada “cuarta transformación” están a la vista de todos y no hay posibilidad de que se sume un “tapado” designado por el “dedazo” presidencial.

La segunda decisión relevante de Morena es que estos presidenciables tendrán que renunciar a sus cargos como jefes de gobierno, senadores, diputados y funcionarios de gabinete entre el 12 y el 16 de junio, pues este es el periodo marcado para que se inscriban oficialmente como aspirantes, para cual es requisito indispensable haber dejado su cargo el mismo día.

Ebrard Casaubón se adelantó a todos y marcó el paso al anunciar su renuncia desde el pasado 6 de junio. Le siguieron Monreal Ávila y Fernández Noroña. López Hernández comenzó a despedirse de la Segob en sus eventos públicos del fin de semana. Y se se espera que Sheinbaum pardo confirme que dejará su cargo como jefa de gobierno de la Ciudad de México este lunes.

Según el acuerdo del Consejo, el requisito de la renuncia tiene un doble objetivo: que los aspirantes recorran el país para hablar con la gente e informar sobre los “logros de la 4T” en asambleas, y evitar que esta promoción se haga sin derroche en gastos de publicidad y propaganda financiados con recursos públicos. El acuerdo también prohíbe echar mano de recursos empresariales y de origen ilícito.

Además, ordena al presidente de la República, gobernadores, alcaldes, presidentes municipales y coordinadores de bancada, así como dirigentes y funcionarios partidistas, abstenerse de hacer manifestaciones a favor o en contra de uno u otro aspirante.

Inhabilitan también la cargada

En esencia, Morena busca que estas reglas inhabiliten la tradición de la “cargada”, otra práctica añeja de la política mexicana, ejercida principalmente por gobernadores que ponían los recursos de su estado al servicio del “tapado” para financiar su campaña.

En el pasado, los gobiernos estatales y municipales desviaban millones de pesos a fin de construir candidaturas a lo largo del sexenio. Uno de los casos emblemáticos ocurrió en Chihuahua, donde al extesorero estatal del PRI, Pedro Mauli Romero Chávez, fue condenado a 3 años de prisión por desviar 63 millones de pesos de la nómina estatal a campañas del PRI en 2015.

Presidenciables se someterán a cinco encuestas

Todas las reglas mencionadas tienen la intención de emparejar el terreno para el momento decisivo en el que se aplicarán cinco encuestas, del 28 de agosto al 3 de septiembre, para medir la preferencia hacia los 6 presidenciables.

Como estaba previsto, todos los aspirantes aceptaron someterse a estas encuestas para que el partido elija como virtual candidato a la Presidencia a quien obtenga los mejores resultados.

Una encuesta será aplicada directamente por la Comisión de Encuestas de Morena y las otras cuatro por cinco encuestadoras de prestigio externas al partido. Al momento de inscribirse, cada presidenciable puede proponer dos empresas encuestadoras, de tal manera que estas serán elegidas por sorteo.

A fin de dar certeza a los contendientes, los cuestionarios estarán foliados y serán entregados directamente a los encuestados para que emitan en secreto su voto de preferencia por uno u otro aspirante y lo depositen en una urna sellada.

Además, un representante de cada presidenciable acompañará a los equipos encuestados en cada una de las cinco jornadas de levantamiento.

La comisión de encuestas procesará los datos del 3 al 6 de septiembre para conformar un resultado, que será entregado de inmediato  al Consejo Nacional y a la Comisión de Elecciones, que lo informarán a su vez al Comité Ejecutivo Nacional (CEN), a fin de que, el mismo 6 de septiembre, este órgano haga público el nombre de quién será el Coordinador de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación, que será inscrito como candidato presidencial de Morena, PT y PVEM cuando el INE emita la convocatoria, en 2024.

Si bien es cierto que los cuatro presidenciables morenistas han estado promoviendo sus aspiraciones desde hace al menos un años a través de asambleas informativas, conferencias y reuniones con diversos sectores de la sociedad, las reglas que acaba de fijar Morena sin duda cambian el juego político y no hay que descartar que tengan sui impacto en las preferencias de voto.

Habrá que ver si son suficientes para eliminar las cargadas y otras prácticas políticas que caen en la ilegalidad. También, queda por constatar si, cuando salga el ganador, este podrá lograr los consensos necesarios para incluir en su proyecto nacional a quienes quedaron en segundo y tercer lugar, a quienes, según acordado, deberá invitar a su gabinete o coordinar las bancadas de Morena en el Congreso. Los demás tendrán prelación para ocupar cargos como funcionarios o legisladores plurinominales.

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