Los Arcos de Seguridad construidos en Atlixco, Izúcar de Matamoros, Cuapiaxtla, Palmar de Bravo, Huejotzingo y Altepexi durante la administración de Rafael Moreno Valle fueron ofrecidos a la población como parte de una estrategia para impedir que la delincuencia incursionara al estado.
Sin embargo, los resultados fueron cuestionados, los aseguramientos de drogas y recuperaciones de autos robados, no eran espectaculares y al poco tiempo se supo que los delincuentes tenían vías alternas para no pasar por los filtros de seguridad.
Los conflictos políticos y la falta de coordinación entre mandos y la falta de infraestructura hicieron que prácticamente quedaran en el abandono.
Antonio Gali, Guillermo Pacheco Pulido y Miguel Barbosa intentaron ponerlos en marcha, que dejaran de ser elefantes blancos; sin embargo, no lograron el objetivo.
El gobernador, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, anunció la inversión para la rehabilitación de arcos de seguridad y video vigilancia, tiene un reto mayúsculo en el que deberá de lograr la coordinación entre niveles de gobierno, mandos policiacos, conectividad y mejorar las instalaciones.