En los últimos años, el debate se ha centrado en la exigencia al gobierno del estado y a los diputados retirar la concesión a la empresa Agua de Puebla por no cumplir con sus obligaciones; sin embargo, en varias ocasiones las autoridades han explicado que es poco viable por razones económicas y operativas.
Pero lo que si se puede hacer es: solicitar a las autoridades una evaluación del servicio transparente, abierta a la ciudadanía y a los colectivos interesados en el tema y si es el caso aplicar las sanciones, que seguramente están en los contratos firmados.
A la empresa se le concedió un incremento a la tarifa, pero los ciudadanos no tienen una percepción de que el servicio haya mejorado, como se prometió.
La mejor forma de analizar los avances, es midiéndolos y la mejor forma de tener un gobierno eficiente es transparentar y justificar las decisiones tomadas.
Un pendiente que dejaron los gobiernos posteriores al de Rafael Moreno Valle, es el tema de Agua de Puebla y actualmente tienen la oportunidad sentar un precedente sobre la evaluación de los servicios que reciben los ciudadanos.
