Aunque el gobierno federal presentó más de 250 pruebas que sustentan la necesidad de desechar el uso del glifosato en los cultivos del país como medida de protección a la salud, el Poder Judicial perfila mantener el uso de este agroquímico, reveló Erica Lassete Hagman Aguilar.
La directora de Políticas y Normativas de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Ciobiogem), señaló que el proyecto del magistrado Ricardo Gallardo Vara desestima los estudios científicos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, los cuales señalan los efectos negativos del uso de plaguicidas y del maíz transgénico.
Al iniciar la conferencia “Dejar atrás el glifosato y otros plaguicidas” realizada en el marco del 4° Foro de Bioseguridad integra para el Bienestar organizado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt), Lassete Aguilar advirtió que si el proyecto del magistrado Gallardo Vara avanza implicaría que la justicia en México estaría “comprometida a intereses corporativos transnacionales”.
La especialista subrayó que mientras el gobierno federal protege el derecho a la alimentación, las trasnacionales como Monsato engañan a productores y usuarios, pues aseguran que los agroquímicos que utilizan son “protección” para los cultivos o plataformas tecnológicas.
México debe seguir una transición agroalimentaria
En su participación, el doctor Omar Arellano Aguilar, investigador de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que existe una campaña de desinformación que señala que si los productores dejan de utilizar el glifosato, habrá una caída en la producción agrícola.
En ese sentido, el investigador insistió en que el glifosato no es un fertilizante, pues su composición como herbicida afecta a la polinización, erosiona la fertilidad del suelo, genera problemas de salud en las comunidades agrícolas y contamina los alimentos.
Recordó que en México la base de la alimentación es el maíz y que un estudio realizado en 2017 detectó el uso de glifosato en tortillas, lo que significó una alerta.
Asimismo, Arrellano Aguilar destacó la puesta en marcha del proyecto de investigación para la consolidación de alternativas para la transición agroalimentaria implementado este año por Conahcyt que, hasta el momento, dio como resultado que en Veracruz fue registrada a producción de 3 mil 427 hectáreas de cítricos sin la presencia de glifosato.
Además, a través de este proyecto fueron impartidos mil 200 talleres de buenas prácticas y hay un fortalecimiento en las redes de economía solidaria con productores agroecológicos.
