Activistas buscarán impulsar una ley para que al menos 3 por ciento del personal de las empresas y el servicio público en Puebla sea ocupado por personas travestis, transexuales y transgénero; “merecemos lugares donde no nos escondan como en la maquila o cocina”.
En entrevista con Ángulo 7, Gabriela Chumacero Rodríguez, miembro del Grupo Transgénero Puebla, reconoció la necesidad de que la población trans sea incluida en los empleos formales con la Ley Laboral Travesti, Transgénero, Transexual y No binaria, creada en colaboración con la Coalición Mexicana Lgbtttiq+.
Antes de Puebla, dicha iniciativa de ley será presentada en 15 estados más, incluso ya lo fue en Nayarit, Ciudad de México y Yucatán, donde explicaron que buscarán que por lo menos el 3 por ciento del personal de las empresas y el servicio público sea ocupado por personas travestis, transexuales y transgénero.
Lo anterior, tras la aprobación de la Ley Agnes en 2021 que permite en Puebla el cambio de género y nombre en los documentos oficiales, requisitos necesarios para trabajar dentro de la formalidad.
Ya hay diálogo para presentar iniciativa en Congreso local
“(Continúa) la violación a nuestros derechos, incluso con los propios empresarios, incluso con nuestros cambios de indentidad o nuestra transición, pues no te dan el trabajo, porque el ‘qué dirán’ sigue en la boca de todos”, expresó.
Por ello, la población trans en Puebla realiza pláticas con partidos políticos para que una vez terminada la veda electoral, puedan presentar la iniciativa de la Ley Laboral Travesti, Transgénero, Transexual y No binaria en el Congreso local para incluir a esta población dentro de los empleos formales.
En cuanto a la iniciativa en Puebla, la también microempresaria comentó que “han tocado las puestas” de partidos como Morena y Partido del Trabajo (PT), incluso a la diputada Nora Merino Escamilla ya le fue presentado un protocolo de actuación sobre el trabajo sexual, añadió que con los diputados de Morena han tenido buen diálogo e intercambio de puntos de vista.
No obstante, el siguiente paso es conseguir convencer a los partidos “de derecha”, que por sus posturas conservadoras, suelen ser “complicados”, sin embargo, aseguró que buscará que la ley para la inclusión de la población trans sea reconocida.
Chumacero Rodríguez aseveró que otro tema fundamental es la preparación educativa y capacitación para lograr sensibilizar a la sociedad y disminuir las desigualdades y tratos discriminatorios contra las personas sexodiversas.
También explicó que debe ser responsabilidad de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social garantizar el registro de personas trans, travestis, transexuales y no binaria aspirantes a un empleo formal.
Chumacero Rodríguez indicó que las personas transexuales, trasgénero y no binarias de Puebla que solicitan empleo formal no reciben un “no” por respuesta, debido a que podrían ser demandadas las empresas, pero tampoco son contratadas las personas trans debido a la violencia y estigmas de la sociedad.
Previo a la presentación de las iniciativas, coalición publicó el Diagnóstico situacional sobre violencia laboral para personas trans en México, donde por ejemplo señalan que una persona Lgbtttiq+ puede pasar en promedio diez meses buscando empleo.
Según datos de 2018 de la Encuesta Diversidad y Talento LGBT en México, el 41 por ciento de las personas trans tiene estudios superiores; en este sentido, la activista destacó que muchas de sus compañeras cuentan con maestría o doctorado, “somos maestras, educadoras, administradoras, muchas tienen carrera”, indicó.
El trabajo sexual, la alternativa más frecuente
En este sentido, debido a las pocas oportunidades para obtener trabajos formales, la población trans en Puebla suele ingresar al trabajo sexual como una forma de suervivivencia, sin embargo, comentó Chumacero Rodríguez, solo es una práctica viable para las más jóvenes.
Indicó que cuando “la juventud y belleza termina”, muchas de las que ejercen el trabajo sexual no cuentan con algún ahorro para su vejez, así como alguna prestación que les garantice tener estabilidad económica cuando llegan a la tercera edad.
“No les dan un trabajo digno, algunas están estudiando de nuevo para ver si pueden obtener un trabajo aunque sea en los últimos años de vida que les quedan, porque no tienen un seguro social o un Infonavit”, indicó.
Finalmente, pidió al gobierno estatal, empresarios y la Secretaría de Trabajo, que las incluyan en la vida laboral de Puebla y su aceptación sea determinada por sus capacidades y no su identidad, así como garanticen que el trato que reciban en el ambiente laboral sea digno y seguro.
R: DJ
