Tras 5 años, Lavaderos de Almoloya y túneles reciben visitantes; ¡así lucen!
Lavaderos de Almoloya no fueron entregados a particulares: Vergara. Foto: Daniel Casas/EsImagen
Tras 5 años, Lavaderos de Almoloya y túneles reciben visitantes; ¡así lucen!
Tras 5 años, Lavaderos de Almoloya y túneles reciben visitantes; ¡así lucen!. Foto: Daniel Casas/EsImagen

Luego de estar bajo la posesión de particulares desde 2017, los Lavaderos de Almoloya reabrieron sus puertas al público, al igual que los túneles y el Jardín de las Trinitarias; los asistentes se mostraron sorprendidos de que existan lugares de ese tipo en Puebla.

A partir de las 9 de la mañana y hasta las 6 de la tarde, de forma gratuita, la ciudadanía poblana y turistas pueden recorrer el mismo espacio donde mujeres acudían a lavar ropa en 1704, en el callejón de la 10 Norte; tras varios años de ser un atractivo para los huéspedes del hotel Azul Talavera, los 90 lavaderos ya pueden visitarse, de 9:00 a 18:00 horas, como parte de las acciones del gobierno estatal para rescatar los barrios fundacionales de Puebla.

Dicho rescate se da luego de que en la administración de Rafael Moreno Valle Rosas los inmuebles fueran otorgados en calidad de comodatos, donde se llevaban a cabo fiestas exclusivas; los lavaderos fueron reabiertos parcialmente en 2017, pero quienes podían disfrutar de la belleza de dicho espacio eran los huéspedes del hotel, mediante ventanales que mostraban el panorama del espacio histórico; los túneles, que eran de acceso imposible para la ciudadanía, también fueron reabiertos.

Otro que nuevamente recibió visitantes fueron el jardín de las Trinitarias –cerrado al inicio de la administración morenovallista en 2011– que asimismo era parte del hotel, donde particulares no sólo podrían celebrar fiestas, sino que tenían acceso a las ruinas del antiguo convento, ahora, estos inmuebles forman parte de los 8 mil metros cuadrados recuperados por el gobierno de Puebla.

El historiador Alejandro Montiel Bonilla, explicó que la zona de San Francisco es la cuna de la ciudad porque tuvo abundancia en agua, incluso de ahí brotaba el líquido vital que sirvió para que fuera edificado el convento, las primeras casas de la ciudad e incluso para que se asentara la industria textil.

Luego de caminar por los lavaderos, se pueden visitar los jardines que están en la parte de atrás del hotel, que es una de las áreas más admiradas por quienes visitan el espacio, incluso en dicho lugar están ubicados dos túneles, uno que lleva al parque que está entre los restaurantes de comida típica y otro que está en el Jardín de las Trinitarias.

La señora Carmen Sánchez Flores compartió que acudía con su tía a lavar ropa ajena, incluso, en el área donde actualmente estaba el jardín del hotel, se tendía la ropa; “era como campo, las personas que venían a lavar subían a tender su ropa“, señaló que incluso en aquella época quienes acudían a lavar se podían llevar su ropa en carretas jaladas por burros.

En cuanto al túnel que conduce al Jardín de Las Trinitarias, el historiador comentó que hasta hace unos meses era de uso exclusivo de quienes se hospedaban en el hotel, pues servía para que en fiestas o eventos privados se dirigieran al jardín sin ser vistos por la población; históricamente, los túneles tuvieron un uso hidráulico.

En dicho jardín, se pueden observar plantas y una pequeña terraza donde la vista es privilegiada para observar Casa Aguayo, el convento de San Francisco, o la parroquia de Santa Cruz. Dicho espacio fue una huerta del convento e incluso se especula que fue un panteón, para posteriormente ser el convento de las Monjas Trinitarias, aunque con la admiración de Rafael Moreno Valle Rosas se convirtió en espacio para fiestas privadas como bodas, con alcoba nupcial.

En las ruinas del convento de San Francisco, se pueden recorrer espacios que fueron parte del sistema de habitaciones del convento franciscano que datan de 1535, incluso, se comenta que ahí pasó sus últimos días el beato San Sebastián de Aparicio.

En la zona, hay un pasillo hacia la 12 Norte, donde a un costado se encuentra un jardín y al otro lado es una casa particular. Si bien el gobierno estatal retiró el portón de dicho espacio y al menos nueve más en la zona, una señora de la tercera edad pidió no tomar fotografías, pues es un espacio privado, incluso, este día comenzaron a ser colocadas láminas para evitar que el público tome fotografías a dichos espacios donde hay pavorreales.

De igual forma, otro espacio recuperado fueron los hornos de talavera y ladrillos, que incluso fueron de importancia para que se construyera el convento de San Francisco. Actualmente, también están contiguos a la misma casa particular.

Visitantes, sorprendidos por la belleza “escondida de Puebla”

La señora Silvia Bretón comentó que le gusta la historia e incluso ha tomado cursos y diplomados, sin embargo, comentó que desconocía la existencia de espacios de este tipo en Puebla, mientras que Irma Estrada dijo que “es maravilloso conocer la historia de Puebla, sobre todo, recorrerla, es agradable para visitar con la familia”.

Ella felicitó a las personas que se encargaron de llevar a cabo el proyecto de recuperar los espacios, pues consideró que “se le puede sacar mucho provecho”.

José Hernández recalcó la falta de mantenimiento, pero dijo que es un “lugar muy bonitoy de igual forma felicitó a quienes tuvieron la idea de abrir estos espacios al público.

La señora Concepción explicó que sabía de la existencia de Los Lavaderos, e incluso los vio hace muchos años, pero luego fueron cerrados, sin embargo es la primera vez que tiene contacto con los espacios de una forma tan cercana.

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