El mandatario Miguel Barbosa Huerta explicó que el gobierno estatal presentará un proyecto al INAH para reparar los daños que ocasionó la ampliación de desagües para convertirlos en túneles que pasan por debajo de los Lavaderos de Almoloya, obras hechas en administraciones pasadas.
En rueda de prensa matutina expuso que la zona corre un riesgo de colapso debido a los malos trabajos de ampliación, por lo que ya fue hecho un dictamen y el gobierno se encargará del proyecto de reparación, mismo que será asesorado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El delegado del INAH en Puebla, Manuel Villarruel Vázquez señaló que apoyarán al gobierno estatal en los trabajos que sean necesarios para restaurar los espacios afectados, así como celebró la determinación de cerrarlos temporalmente para evitar tragedias.
“Creemos que es necesario realizar un proyecto de intervención, el edificio ha sido dictaminado por nuestros especialistas arqueólogos y arquitectos y creemos que sí requiere algunas medidas de atención inmediata”, señaló.
😰 #Ángulo7Informa || El INAH explicó que eran desagües los supuestos túneles que pasan por debajo de los Lavaderos de Almoloya; debido a las malas prácticas para ampliar estos desagües, hay riesgo de colapso, por lo que realizarán los trabajos pertinentes
Vía @Paola_Macuitl pic.twitter.com/HDwFlfTLNc
— Ángulo7 Noticias (@angulosiete) June 15, 2022
Por su parte, el arquitecto del INAH, Enrique Gómez, señaló que las condiciones en las que encontraron los túneles presentaron escurrimientos en la zona y hay un problema de inestabilidad, pues “con el agua que escurre del mismo procedimiento de lavado de textiles hubo una pérdida de tierra que se encontraba entre la bóveda de canalización y el piso que se utilizaba”, comentó.
“Esa pérdida de materiales convierte al sistema como una doble capa en la que no existe esa conexión que era la función con la que la tierra permitía la transición de esas cargas, se pierde el material y ahora nos encontramos en una inestabilidad total”, agregó.
Por ello, aclaró que el INAH dará acompañamiento y asesoría al gobierno estatal para realizar los trabajos de estabilización, en donde aportarán información para que se logre esa unión entre las estructuras y se pierda ese riesgo que incrementa con el paso de vehículos que emiten vibraciones por arriba de las construcciones.
Gómez dijo que ya se elaboró el dictamen, pero el proyecto deberá ser acercado al instituto para que se valide y puedan cumplir con la función de asesorar, ya que, entre otras cosas, pese a que hay filtraciones en el suelo y paredes en uno de los supuesto túneles, fue colocada luminaria que pone en más riesgo a la población, lo anterior, porque es una zona donde “nace” el agua.
Por su parte, el arquitecto del gobierno estatal Alberto Miranda explicó que se ha desprendido materiales de los muros que decían que eran túneles, mismos que se presume fueron ampliados mediante el excavamiento y posterior recubrimiento de las paredes con materiales “bastante ligeros”.
“Nosotros estamos haciendo este proyecto empezamos cómo les decían desde hace ya un par de semanas a manera de estar trabajando junto con el instituto con el INAH y con el arquitecto Enrique”, indicó.
Igor Ferrer Acuña, director general de Bienes Muebles e Inmuebles del gobierno de Puebla, comentó que fueron utilizados falsamente como túneles de época para poder sacar un beneficio económico que solamente veían particulares, incluso en la entrada de la plaza de La Amargura hay un acceso hacia el “túnel” que va por debajo de los lavaderos, donde se habilitó una capilla para bodas civiles.
El problema es que dicha capilla, en épocas históricas fue una cisterna, misma que presenta escurrimientos y filtraciones de agua por los muros y escalones para llegar a ella, situación riesgosa para la estructura y visitantes de la zona.
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