El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como golpe de estado blando la destitución de Pedro Castillo del poder ejecutivo de Perú, aseguró que no intervendrá y mencionó que no es posible que algo similar suceda en México.
El término “golpe de estado blando o suave” refiere a las acciones encubiertas de un grupo de poder destinadas a desestabilizar y derribar a un gobierno sin que se vea su influencia directa, generalmente se basan en la manipulación de la opinión pública por medio de la prensa y en el “lawfare” o persecución jurídica.
Esta técnica sustituyó al golpe de estado militar utilizado hasta los noventas ya que con el rápido intercambio de información derivado del internet y la globalización estos se volvieron más difíciles.
El presidente López Obrador señaló que la destitución de Pedro Castillo el miércoles pasado podría ser un caso de golpe blando, el expresidente sufrió varios intentos de destitución por acusaciones de corrupción; el acoso de la prensa y la política lo llevó a tomar la precipitada decisión de disolver el Parlamento e instalar un gobierno excepcional de emergencia que redactaría una nueva constitución.
Dicha decisión es inconstitucional por lo que el Parlamento lo interpretó como un intento de golpe de estado y votaron por destituirlo del cargo; tomó protesta como presidenta provisional la vicepresidenta Dina Boluarte.
Sin embargo, Obrador considera que las acusaciones anteriores en su contra, que hasta el momento no ha presentado pruebas consistentes, son la punta del iceberg del golpe de estado suave dirigido por la ultraderecha del país.
“Desde que ganó, Pedro Castillo fue víctima de acoso, confrontación, no aceptaron sus adversarios que él gobernara, lo fueron debilitando hasta que lograron destituirlo. Es la decisión que tomaron estas elites, yo no creo que sea lo mejor para el pueblo” declaró.
Aun así, aseguró que se apegará a la política de no intervención, aunque estaba dispuesto a ofrecer asilo político a Pedro Castillo.
¿Existe un golpe de estado blando en México?
Al ser interrogado sobre la posibilidad de un golpe de estado suave en México, el jefe del ejecutivo federal descartó que suceda.
“No han podido ni podrán porque el pueblo está muy avispado, muy despierto, muy consciente, es uno de los más politizados del mundo. Ha dado buenos resultados la revolución de las conciencias, ya a este pueblo no se le engaña”.
Sin embargo, anteriormente ha denunciado la existencia de una conspiración mediática en su contra por parte de la oposición.
Editado por Mariam Rojas.
