El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló que no se construirá el tramo del Tren Maya que irá de Xpujil, en Campeche a Chetumal, Quintana Roo, si continúan las presiones y “bloqueos” por parte de dirigentes ejidatarios.
En su conferencia de prensa matutina, destacó que en dicho tramo hay cinco ejidos en los que los comisariados “no quieren que pase el Tren” o “sí quieren” pero lo están condicionando al pago de una indemnización por una carretera que Escárcega a Chetumal que se edificó hace 50 años.
Destacó que los dirigentes no han realizado asambleas, pues si las hacen los campesinos sí van a querer que pase el Tren Maya, por lo que se trata de un “asunto de dirigentes charros”.
Explicó que por ellos pidió ofrecer a los ejidatarios el pago del avalúo de sus tierras, pero nada más, pues de lo contrario hará uso del derecho de vía, que son 40 metros para la carretera y la vía, pero de persistir los “bloqueos”, no se construirá el tramo Xpujil-Chetumal.
Cabe mencionar que el Tren Maya tiene proyectados siete tramos: de Palenque, Chiapas, a Escárcega, Campeche y partiendo de ahí, a Calkiní, para continuar a Izamal y luego a Cancún, de ahí a Tulum para continuar con Bacalar y el último es el de Bacalar-Escárcega, donde se ubica el tramo en conflicto.
Se construye acueducto de 120-150 kilómetros
Detalló que en dicha parte, se construye un acueducto de 120 a 150 kilómetros, pues la principal carencia de esa región es el agua, y si es cierto que no se pagó la indemnización hace 50 años se daría dinero, pero para mejorar los ejidos y no para los dirigentes.
López Obrador aseveró que ya se liberaron mil kilómetros de vía para el Tren Maya, resolviendo el tramo más difícil, que era el de Cancún a Tulum, Quintana Roo, por lo que ahora toca el trecho que va Felipe Carrillo Puerto, a Bacalar, a Chetumal y todo el sur de dicha entidad que “quedó en el abandono”.
Recordó que con una reforma al artículo 27 de la Constitución, Carlos Salinas de Gortari puso al mercado a todas las tierras ejidales, lo que inició con el despojo o la compra de terrenos en tiempo de crisis y ahora en el país hay ejidatarios ricos y los anteriores dueños son “peones, jornaleros o tuvieron que migrar”.