La enorme mayoría de los artículos escritos a lo largo del último año los he dedicado a los temas universitarios, específicamente a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Presentarme como candidata a su rectoría me comprometió con la tarea de entrelazar mi experiencia como docente y coordinadora de programas educativos para ofrecer a los universitarios un análisis de la estructura académica y de gobierno de la universidad y de su funcionamiento encaminado a garantizar los fines de la propia universidad.

Estos fines están claramente establecidos en los artículos 1º y 4º de la Ley de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, así como en los artículos 3, 4, 5 y 6 del Estatuto Orgánico. De entre éstos, me interesa recalcar los siguientes: “La Universidad examinará todas las corrientes del pensamiento científico y los procesos históricos y sociales sin restricción alguna, con el rigor y objetividad que corresponden a su naturaleza académica. Los principios de libertad de cátedra, de expresión y libre investigación, normarán a las actividades universitarias.” (artículo 4º de la Ley). “La Universidad…es una institución social integrada por una comunidad académica libre, plural y democrática, unida en torno a los propósitos compartidos por sus miembros de transmitir, acrecentar, difundir el conocimiento y la cultura, así como de ponerlos al servicio de la sociedad.” (artículo 3º del Estatuto Orgánico)

Como ustedes ven, hay un valor central a preservar y a cultivar entre los universitarios y este es el valor inapreciable de la libertad.

Este artículo nos describe como una comunidad libre, plural y democrática; sin embargo, esta descripción constituye más bien un ideal al que debemos siempre aspirar, constituye una guía para conducirnos, no sólo dentro de la universidad, sino también en sociedad. Esta descripción constituye un “deber ser”.

Cada universitario, por el simple hecho de pertenecer a esta comunidad, cuenta con principios que no sólo guían su conducta, sino que le permiten sustentar y justificar sus acciones, de manera individual y colectiva.

Cada universitario debe ejercer su libertad en cada una de sus acciones; debe ser respetuoso de las ideas y expresiones de los otros miembros de la comunidad universitaria; y debe conducirse democráticamente. ¿Qué significa esto?

Consideramos a un gobierno democrático cuando su poder le viene “de abajo”, puesto que este poder lo dota de autoridad y, en consecuencia, de legitimidad. Esta es la razón por la que no reconocemos a una administración, carente de autoridad moral y legal, que impone medidas coercitivas, como el código QR para acceder a la universidad. Y también es esta la razón por la que los universitarios, que queremos hacer realidad el ideal de constituirnos en una comunidad libre, plural y democrática, exigimos el acceso libre a la universidad.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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