El martes 29 de noviembre se llevó a cabo una sesión más del Consejo Universitario, extraordinaria por supuesto. Ya no hay sesiones ordinarias porque en éstas puedes proponer asuntos a tratar en “Asuntos Generales”, pero NADIE quiere eso, ¿verdad?
En esta ocasión la sesión fue presencial, en el Centro de Convenciones de Ciudad Universitaria, y no sé si la sesión fue dada a conocer por Radio Buap, porque ese día en la mañana tenía actividades académicas que me impidieron seguir la sesión del consejo.
Como ustedes saben, las sesiones del consejo universitario son públicas, como lo señala el artículo 51 del Estatuto Orgánico. De manera que si algún universitario desea conocer lo que se discute y acuerda en el consejo no sólo puede asistir sino también solicitar el acta correspondiente a la sesión. De hecho, en la convocatoria emitida para cada sesión se debe acompañar el acta de la sesión inmediata anterior, como lo señala el artículo 13 del Reglamento del Honorable Consejo Universitario. “Las convocatorias del Consejo Universitario se harán por escrito y además de hacerlas públicas por los medios idóneos se entregarán en los domicilios que hayan sido señalados por los consejeros, así como en las oficinas de las dependencias en donde estudien o presten sus servicios. Las convocatorias contendrán la indicación del lugar, día y hora en que se celebrará la sesión, el carácter de la misma y el orden del día correspondiente e irán acompañadas del acta de la sesión inmediata anterior y de los documentos relativos a los asuntos en el orden del día”
¿Cómo acceder entonces a la información antes de la próxima sesión que será en el mes de enero? Acudiendo a mis consejeros universitarios y a la autoridad personal de mi unidad académica.
Efectivamente, el artículo 141 del Estatuto señala que “Los integrantes del Consejo Universitario serán responsables en lo que respecta a sus actividades como consejeros ante sus representados y ante el propio Consejo”. Y esto es de capital importancia, no sólo por la información relativa a las sesiones pasadas sino por las futuras.
La administración central nos ha advertido que “están trabajando” la modificación o reformas al Estatuto Orgánico y los universitarios no podemos ser ignorados en la deliberación de asunto tan serio y trascendental. De cualquier manera, el mismo Reglamento señala en su artículo 46 que “Los consejeros están obligados en todo momento a comunicar e informar a sus representados, por los medios idóneos, de las deliberaciones, actividades y acuerdos del Consejo Universitario.”
Asimismo, en el Título Octavo De las Reformas a la Legislación Universitaria se señala en su Capítulo Único Del Procedimiento “Artículo 156.- La formulación, adición y reformas al Estatuto, reglamentos y demás ordenamientos universitarios deberán sujetarse al procedimiento siguiente:
I. Dar a conocer a los miembros del Consejo Universitario el texto del proyecto, para que en un plazo de quince días hábiles, siguientes a aquél en que se les hubiese turnado, lo analicen y emitan su opinión ante el Abogado General.”
Imagínense ustedes, quince días para dar a conocer a los universitarios las propuestas de modificación del ordenamiento que, junto con la Ley de la BUAP, determina la estructura y organización académica y de gobierno de nuestra universidad. Lo menos que podemos exigir es que se dé a conocer a la comunidad universitaria el “proyecto” de modificación para que se propicie la deliberación y discusión colectiva de un cambio tramado por la administración central cuyo objetivo es “legalizar” la usurpación y la violación a los derechos de los universitarios y de sus órganos colegiados, así como “blindar” el ejercicio vertical del poder en detrimento de las actividades sustantivas de la universidad.
No será fácil enfrentar a esta aceitada máquina burocrática de control férreo sobre estudiantes y trabajadores, pero con la ley en la mano podemos pedir a nuestros representantes que cumplan con su obligación de informarnos y de propiciar la discusión colectiva y oportuna de aquello que afecta directamente nuestra vida en la universidad.
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