En un mundo interconectado surgirán nuevos delitos aún poco conocidos en nuestro país.

En los últimos años hemos sabido de ataques contra sistemas informáticos a diversas dependencias de gobierno y más comúnmente los hemos conocido por sus efectos que por el modus operandi. Esto es penas el inicio de algo que en el futuro será de mayor impacto, pues no sólo los objetivos serán gubernamentales, sino que también la gente común será víctima de ellos.

Hoy conocemos de los efectos de la clonación de redes sociales a través de los cuales se pide dinero a conocidos y familiares, pero más adelante los escenarios delictivos serán de mayor dimensión.

¿Han oído hablar del Internet de las cosas? Cuando ello se popularice surgirán nuevas formas delictivas, veamos: todo lo que tenga un chip estará conectado a la red, las consolas de videojuegos, computadoras, televisores inteligentes, refrigeradores, cafeteras, lavadoras, termostatos, bombillas, altavoces, alarmas, cámaras de videovigilancia, monitores para bebés, coches, cascos, batidoras, juguetes y hasta cubos de basura; un mundo de objetos que se comunicarán entre sí.

Sabemos ya de la ruta con menos tráfico y en breve nos comunicaremos con la casa para regular la temperatura cuando lleguemos y se activará el horno para tener la cena lista; pagaremos el seguro sólo por el tiempo que conduzcamos. También el refrigerador nos avisará de la comida que falta y hará un pedido para asegurarnos de que nunca nos quedaremos sin verduras, hasta el bote de basura tendrá un chip para indicarnos cuántos desechos hay.

Sin embargo, en los correos electrónicos habrá troyanos para destruir los datos, puertas falsas en la página del banco para vaciar las cuentas, robo de identidad para usarnos como tapadera al cometer otros delitos. Continuarán las distintas estafas desde la de pagar por algo y no recibirlo hasta los fraudes de corte romántico, como la novia atractiva pero inexistente que conociste por aplicación y que al desear verte te pedirá dinero por adelantado para el viaje a tu país, además de las farmacias online que te venderán medicamentos falsos, los casos de acoso escolar y chantaje a los adolescentes que suben fotos y videograbaciones de contenido sexual.

¿Se imaginan ataques que resulten efectivos en un mundo interconectado? A los delitos de país pobre como el robo y homicidio se sumarán los delitos del futuro.

Julian Assange ha expresado: “Internet es una gigantesca máquina de espionaje al servicio del poder. Debemos luchar contra esta tendencia y convertirla en un motor de transparencia para el público, no sólo para los poderosos”.

11 de noviembre de 2022

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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Sociólogo y Maestro en Administración Pública. Ha laborado en el gobierno federal y en gobiernos locales en áreas de gobierno y seguridad. Ha sido profesor en la Universidad de las Américas y del...