*Por: Dra. Guadalupe Chávez Ortiz
Antes de comentar sobre el impacto emocional del Párkinson compartiremos algunos datos importantes sobre este trastorno, deseando que nos permitan sensibilizarnos con quienes lo viven e identificar síntomas silenciosos que en muchas ocasiones pasamos por alto y que podrían ayudarnos a identificar esta enfermedad en las fases tempranas.
Desde el año 1997 la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró el 11 de abril como Día Mundial del Párkinson, se asignó este día por el natalicio del doctor James Párkinson, quien fue el primero en identificar esta enfermedad.
La Enfermedad de Párkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo progresivo debido a la pérdida de neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra, son las células nerviosas del cerebro que producen dopamina, estas participan en proceso biológicos importantes como el movimiento y la coordinación.
El Párkinson es un trastorno lentamente progresivo que afecta el movimiento, el control muscular y el equilibrio, aunque es la segunda enfermedad más frecuente en las y los adultos mayores de 65 años, existen datos que refieren su presencia en personas antes de los 50 años, conocida como EP de inicio temprano.
A nivel emocional este trastorno afecta el estado de ánimo siendo muy frecuente la depresión que aparece en ocasiones como síntoma precoz, incluso adaptarse a los cambios cotidianos provoca en muchas ocasiones malestar pues para actividades cotidianas se va requiriendo mayor dependencia de la pareja o familia.
Datos de la UNAM (2019) confirman que, el 70% se presenta en personas mayores de 65 años, el 15% no rebasan los 50 años y el resto se concentra en personas menores de 30 años.
La EP, se ha ligado en mucho al temblor del cuerpo, sin embargo, no todos los pacientes lo experimentan, existen investigaciones que indican que una quinta parte de los pacientes que la padecen no presentan síntomas.
Al ser una enfermedad neurodegenerativa, los síntomas se presentan en fases, algunos autores refieren cinco: la primera donde los síntomas son leves en algún lado del cuerpo y la persona puede continuar con su vida cotidiana sin dificultad; en la segunda fase comienzan a aparecer problemas en la marcha y postura por lo que será necesaria la medicación; en la tercera se presenta alteración postural por lo que algunas tareas habituales de la vida diaria se dificultan; la cuarta, es un tanto más complicada ya que se incrementan dificultades para caminar e incluso mayor frecuencia movimientos involuntarios; finalmente, en la quinta fase, hay mucha rigidez y existe dificultad para caminar requiriendo mayor apoyo.
Aunque todas estas fases se presentan de manera paulatina, cada una de ellas se acompaña de nuevas sensaciones y emociones que sin duda tienen repercusión en la calidad de vida de quien las vive y de su grupo cercano, es importante comentar que, la esperanza de vida después de ser diagnosticada con Párkinson es mayor a 35 años pasando de fase en fase.
Dentro de la EP existen síntomas motores y no motores, algunos de ellos son:
- Síntomas motores Temblor, rigidez, inestabilidad en la postura, lentitud motora (bradicinesia), disminución del braceo, marcha arrastrando los pies, dificultad para levantarse de una silla o incluso complicaciones al girarse en la cama, enlentecimiento de actividades de la vida cotidiana como vestirse, asearse, manipulación de objetos, contracciones musculares involuntarias que ocasionan movimientos repetitivos o de torsión(distonía).
En casos más avanzados se puede presentar postura anormal de desviación o inclinación del cuerpo conocido como síndrome de Pisa. De igual forma, se puede presentar marcha de pasos cortos y rápidos que no permite el equilibrio y al no ser capaz de alargar los pasos se percibe un trote que dificulta el andar provocando en ocasiones caídas repetitivas, esto se conoce como festinación.
- Síntomas no motores: Deterioro cognitivo, reducción de reflejos mentales, enlentecimiento de determinados procesos mentales, falta de interés y concentración todo ello se conoce como bradifrenia, se presentan incluso síntomas sensoriales como la incapacidad de detectar olores (anosmia), incluso se presenta ausencia del sentido del gusto (ageusia), algunos pacientes refieren una sensación temporal de hormigueo o pinchazos, comúnmente en brazos, manos, piernas o pies.
De igual forma, se presentan trastornos del sueño, en ocasiones despertares frecuentes durante la noche, problemas urinarios, estreñimiento, pérdida de peso, sudoraciones, en ocasiones afecciones en la piel. En casos extremos se presenta el síndrome de piernas inquietas.
Finalmente, comprender que, quien vive con Párkinson mostrará malestar intenso, dejará en ocasiones de tener ánimo por la vida, se mostrará socialmente aislado, abra días buenos y días malos y todos los cambios por mínimos que estos sean tendrán una repercusión en su calidad de vida, como sociedad estamos invitados a prepararnos para acompañar sin prejuicios y sin rechazo, sabiendo que quien vive con Párkinson día a día enfrenta una lucha y nuevos aprendizajes de cómo vivir su vida.
*Es doctora en Investigación Psicológica por la Ibero Puebla, maestra en Estudios Sociales y Políticos Latinoamericana por la Universidad Alberto Hurtado de Santiago de Chile, maestra en Psicología Clínica y Psicoterapia y licenciada en Trabajo Social y Psicología, ambas por la Universidad Iberoamericana Puebla. Además, cuenta con diplomados en tanatología, intervención comunitaria y salud. Actualmente es Directora del Departamento de Ciencias de la Salud y su experiencia se enfoca en temas de brigadas de apoyo psicológico, procesos sociales y comunitarios, ha colaborado como voluntaria en varios proyectos sociales, vivió dos años en una comunidad indígena de San Miguel Tzinacapan en la Sierra norte de Puebla, se insertó en el proyecto de Casa de Apoyo a la mujer Ixim Antsetic en Palenque Chiapas por más de cuatro años. En la Ibero Puebla ha colaborado como profesora de campo de servicio social, como académica de tiempo de servicio social hasta mayo 2009, posteriormente en la coordinación de la Licenciatura en Psicología de 2009 a octubre 2014.
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