Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil y candidato al mismo puesto para este 2022, busca crear “Sur”, una moneda digital común para América Latina que reduzca el protagonismo del dólar en el comercio regional y respete las nacionales.
La moneda sería como un equivalente al euro y serviría para transacciones, pues no reemplazaría las monedas de cada país y buscaría reforzar el comercio entre este bloque de países.
El pasado 8 de mayo, tras lanzarse oficialmente como candidato a la presidencia de Brasil, Lula Da Silva prometió que, si gana, implementará una moneda que una a toda Sudamérica respetando la autonomía de cada país.
La propuesta del expresidente brasileño y líder del Partido del Trabajo (PT) está basado en la propuesta del economista John Keynes sobre una moneda internacional que presentó en la reunión de Bretton Woods, donde se estableció el nuevo sistema económico mundial, en 1944.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el mundo necesitaba reordenarse y comenzaba el sistema de libre comercio mundial, con Estados Unidos como el mayor exportador.
Se crearon organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y se estableció el dólar estadounidense como moneda de referencia mundial que comprometía a Washington a respaldar el sistema patrón oro en 35 dólares que equivalía a una onza de oro.
La propuesta de Keynes se fundamentó en establecer un sistema monetario mundial basado en la unidad monetaria internacional mediante la creación del “Bancor”. Esta moneda se vincularía a las divisas fuertes (en este caso el dólar) y sería canjeable en moneda local a través de un cambio fijo.
Ventajas y desventajas de una moneda común
En cuanto al proyecto de tener una sola moneda para Sudamérica, han existido propuestas anteriores como el sucre, que adoptaron en común Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba y Nicaragua para reemplazar al dólar.
El sucre, de iniciativa ecuatoriana, se depreciaba por día. Por ejemplo, en una semana pasó de 7 mil sucres por dólar a 19 mil, por lo que el 9 de enero del 2000 el presidente de Ecuador Jamil Mahuad tuvo que deshacerse de su moneda y se regresó al dólar.
Ahora bien, uno de los beneficios sería eliminar el sesgo cambiario y esto se vería reflejado en una transparencia de los precios y en menores costos de transacción, pues los compradores tendrán mejor información de cuánto cuestan los productos en los otros países miembros.
Otra ventaja es permitir una mayor integración de los mercados reales y financieros de cada uno de los países integrantes. Las actividades comerciales aumentarían entre 30 por ciento y 90 por ciento. Por último, se podría reducir el sesgo inflacionario.
En cuanto a las desventajas, una unión monetaria le quita a un país su independencia para hacer frente a choques externos de la economía pues el nuevo banco central en conjunto no puede cambiar todo el sistema monetario sólo intentará contener la situación.
El pacto monetario podría causar inestabilidad del Producto Interno Nacional, pues no existiría una autoridad monetaria que actué de acuerdo con la situación económica de cada país.
Por último, existe algo llamado “riesgo moral”, es decir, que el exterior puede ver a esos países actuar de manera abusiva con el gasto público y si cae en crisis la unión tendrá que salvar a una nación.
¿Es posible respetar la soberanía de las monedas?
La soberanía monetaria es el poder económico que tiene un Estado para emitir su propia moneda, controlar la tasa de cambio con otras divisas o los tipos de interés, sin embargo, cuando se adopta una sola moneda se cede parcialmente la soberanía.
Por lo que es poco probable que se pueda respetar la moneda de cada país ya que dependería de una unidad central y no podrán disponer totalmente de su política monetaria.
¿Es viable este proyecto?
Las uniones de monedas traen beneficios para países que cumplen con las mismas condiciones como alta integración de los mercados, estabilidad económica, ciclos económicos sincronizados, entre otras.
Por lo anterior, es poco posible respetar esta autonomía y que se sincronicen las monedas de una manera óptima pues los países latinos no tienen las mismas condiciones económicas y los valores de sus monedas son desiguales.
Así que para hacer realidad el proyecto de una moneda comunitaria es necesario hacer un análisis costo-beneficio de esta situación para obtener resultados prácticos que demuestren que funciona.
RE: LPR
