El primer día de 2020, Puebla capital amaneció con el aire contaminado por el humo de alta cantidad de pirotecnia y fogatas que se quemaron durante la celebración de Año Nuevo en diversas colonias y juntas auxiliares de la zona metropolitana.
Desde las primeras horas de sol de este miércoles, se pudo ver una densa nube gris que cubría edificios, casas y avenidas de la Angelópolis, sin permitir ver incluso el volcán Popocatépetl.
Pese a las recomendaciones de los tres niveles de gobierno, miles de poblanos continuaron la tradición de quemar “cohetes” y otros fuegos artificiales fuera de los eventos oficiales en las plazas públicas, a lo largo y ancho de la capital estatal.
La intensa demanda de pirotecnia se correspondió con la oferta de comerciantes y ambulantes instalados en varios centros de abasto importantes.
Para contrarrestar esta venta ilegal, las autoridades municipales implementaron operativos durante las fiestas navideñas, que derivaron, tan sólo el 31 de diciembre, en el decomiso de 130 kilos de pirotecnia en Clavijero y el Mercado Zapata.
Pese a que en este último lugar incluso hubo un choque entre policías y vendedores, ciudadanos reportaron que este miércoles se instaló un “superpuesto” de cohetes en plena calle frente al mercado.