Llegan chiapanecos por montones a las áreas de Seguridad de Puebla
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que tras el nombramiento del ex fiscal de Chiapas, Raciel López Salazar, como secretario de Seguridad Pública del estado, una horda de chiapanecos viene apoderándose de las principales áreas de seguridad de la entidad.
La semana pasada llegó como secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Coordinación del Sistema Nacional de Seguridad de Puebla, Moisés Grajales Monterrosa, en sustitución de Luis Eduardo Méndez Cacho, quien apenas en agosto pasado había rendido protesta del cargo.
El nuevo fichaje del gobierno barbosista es también foráneo, chiapaneco para más señas y fue secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Tuxtla Gutiérrez, y director de C3 de aquella entidad.
Antes de despedirse de la gubernatura de Chiapas, Manuel Velasco Coello premió al hoy secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Pública de Puebla con una notaría en el municipio de Ixtapa, patente que el actual gobernador Rutilio Escandón Cadenas pretende revocar.
Un dato que vale la pena destacar es que el nuevo funcionario está plenamente identificado con otros paisanos suyos que antes de ser contratados por el gobierno de Miguel Barbosa fueron colaboradores muy cercanos del gobernador chiapaneco Juan Sabines Guerrero como Raciel López, que fue procurador, Seth Yassir Vázquez Hernández, que fue secretario particular, secretario de Desarrollo Social y presidente de Tuxtla Gutiérrez, y Florencio Madariaga Granados, que fue consejero de universidades públicas, notario público y presidente del Consejo Estatal de Derechos Humanos de Chiapas.
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Los damnificados políticos del coronavirus
Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, señala que junto con las inevitables afectaciones sanitarias que apenas comienzan a aparecer entre la población, el coronavirus también dejará damnificados que se mueven en el terreno político partidista del estado. Uno de ellos puede ser quien hasta hace unas semanas se consideraba el aspirante con mayores posibilidades de acceder a la dirigencia estatal del PRI, dados sus amarres con personajes muy cercanos a su presidente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito” o “Amlito”, como usted guste).
Aunque cueste creerlo, todavía hay interesados en presidir el comité directivo estatal del tricolor, con todo y que este instituto se encuentre muy por detrás de las principales opciones partidistas de los poblanos, que son Morena y el PAN (o el PAN y Morena), y de que se ubique a años luz de poder recuperar sus glorias pasadas.
Néstor Camarillo Medina, ex presidente municipal de Quecholac y ex secretario de Organización del partido, se perfilaba para convertirse en el sucesor de Lorenzo Rivera Sosa, hasta antes de que otras figuras del priismo se interpusieran para acusarlo de ser un militante sin méritos y rechazaran su designación.
Las quejas contra el personaje se acumularon sobre la mesa de “Alito”, que decidió posponer el nombramiento mientras su enviado especial, Américo Zúñiga Martínez, se dedicaba a realizar labores de conciliación para conseguir el respaldo unánime, como en los viejos tiempos del tricolor.
El tiempo pasa y eso no sucede.
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El caso Zanella, bajo la lupa
Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que un grupo de poblanos regresó de Vail, Colorado, en donde estuvieron en una competencia de snowboarding; algunos de estos viejitos regresaron a México —sin saberlo— infectados pero el Covid-19. Tras una semana de estadía, uno de ellos presentó síntomas, resultando positivo de Coronavirus y desatando el pánico en La Vista este martes.
Esta es la historia.
Uno de ellos es José Antonio Rivera, dueño y director del Hospital Puebla, quien al iniciar su regreso a México no presentaba síntomas, al igual que Santos Zanella Bretón.
Sin embargo, días después los síntomas comenzaron a presentarse y tras realizarse la prueba se diagnosticó que ambos presentaban el Coronavirus.
En un acto de mucha responsabilidad civil, Santos Zanella avisó al gimnasio Sport City que era portador del virus que tiene en cuarentena a gran parte del mundo.
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Bracamonte, en el limbo de Morena: no lo quiere ni el grupo de Yeidckol ni el de Luján
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que si a nivel nacional Morena es un partido convulso, en Puebla la situación es todavía más grave, ya que se tiene una dirigencia invisible, en la figura de Mario Bracamonte González, quien como delegado del CEN no es reconocido por el presidente interino de esta fuerza política, Alfonso Ramírez Cuéllar, y no ha podido definir si se va de la dirección del partido o defiende su posición, a la que todavía le restan dos años de duración.
Aunque escuetamente Bracamonte a principios de este mes definió que va a defender su cargo, luego de que Ramírez Cuéllar pidió su remoción, lo cierto es que en Morena Puebla nadie percibe el trabajo ni el comportamiento del dirigente, que al parecer tiene el síndrome del avestruz de esconder la cabeza en momentos de crisis y aun cuando no hay problemas.
Bracamonte que se ha caracterizado por ser un dirigente sin carácter, sin liderazgo, con una nula presencia en la opinión pública y un pasado yunquista, enfrenta el grave problema de que quiso jugar con los dos bandos que se disputan el control de Morena, es decir las facciones de Yeidckol Polevnsky y Bertha Luján, y al mismo tiempo, quedó mal con las dos corrientes.
Por eso se encuentra en el limbo: lo han dejado solo las corrientes de Polevnsky y de Luján; al mismo tiempo, lo quiere fuera del partido el grupo de El Barzón, al que pertenece Alfonso Ramírez Cuéllar y el diputado federal por Puebla, Alejandro Carvajal.
A principios de este mes recién se había afianzado como presidente nacional interino de Morena, Alfonso Ramírez efectuó una sesión del Comité Ejecutivo Nacional para aprobar la remoción de todos los delegados estatales del partido, entre ellos Bracamonte. Luego de ese episodio, el dirigente morenista de Puebla no ha podido definir –ante los miembros de esta fuerza política– si peleará en los tribunales la permanencia en su cargo o si acabará entregando el puesto.
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Estado de gravidez
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que la primera vez que el gobernador recibió en sus oficinas de Casa Aguayo a Carla Morales, ella le dijo:
“Gobernador, estoy embarazada”.
Luis Miguel Barbosa le respondió:
“Felicitaciones”.
La invitó a sentarse para ofrecerle el cargo de delegada de Seguridad en Puebla y su zona metropolitana.
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Becas, el núcleo de la política asistencial de la 4T
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, señala que cerca de 76 mil millones y medio de pesos están presupuestados para este 2020, como gasto en becas educativas a nivel federal.
Se trata, sin duda, del centro medular de la política asistencial que se ensayará en este año, importantísimo para consolidar a la llamada Cuarta Transformación, previo a su primera prueba de fuego electoral: las intermedias del 2021.
La apuesta es clara: la entrega de dinero en efectivo a los jóvenes, en donde se encuentra una parte importante del voto que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, servirá para blindarlo de los yerros y omisiones cometidos hasta este momento, garantizando así un buen desempeño en las urnas.
Recibir estos recursos, en momentos económicamente muy complicados, será el antídoto más efectivo contra cualquier duda que pudieran llegar a tener los beneficiarios en torno a las bondades del nuevo gobierno.
En este contexto, no se ve cómo, este segmento del electorado pudiera optar por alguna otra opción política, poniendo en riesgo así la continuidad presupuestal de estos apoyos.
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Calculan 250 mil enfermos…pero pueden ser un millón
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, indica que los modelos econométricos más optimistas elaborados por los especialistas de la 4T calculan alrededor de 250 mil enfermos de coronavirus. Conforme a ese cálculo, se esperan 10 mil 500 mexicanos hospitalizados en cuidados intensivos. Si la progresión geométrica no miente, habrá oficialmente alrededor de 5 mil muertos por contagio de COVID-19.
Esos son los análisis optimistas, pero también los hay intermedios. En esos, se duplican las cifras de enfermos -medio millón-. También se duplican los hospitalizados en cuidados intensivos -21mil – y, por supuesto, de muertos, es decir, alrededor de 10 mil. Los sistemas de salud públicos y privados, en su conjunto, colapsan.
Si nos vamos a los modelos econométricos pesimistas, en los siguientes tres meses una cantidad cercana a un millón de mexicanos van a ser contagiados de COVID-19, de los que alrededor de 50 mil requerirán cuidados intensivos -no se sabe a dónde irán a parar porque el sistema de salud quedó destruido- y por lo menos habrán unos 25 mil muertos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ya conoce esas cifras y, simplemente, no sabe hacia dónde voltear porque no hizo a tiempo la tarea aunque los modelos econométricos de la pandemia ya se conocían desde hace semanas.
Así que la 4T ya sabe que solo tiene 3 caminos a causa del COVID-10: una tragedia menor, una tragedia mayor, y una catástrofe.