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Corrupción, cáncer nacional // Impúdica herencia hospitalaria

Carlos Fernández Vega en su columna México SA, publicada en La Jornada, indica que en su escueto Informe de gobierno, el presidente López Obrador destacó, entre otros, dos elementos que dan idea (sin que sea limitativa) de lo que anualmente se robaban de las arcas públicas y de la impúdica herencia de las pasadas administraciones en materia de infraestructura sanitaria, algo que adquiere especial relevancia en estos pandémicos tiempos.

Dijo el mandatario que la austeridad republicana es una realidad, son hechos, no palabras. Ya no hay lujos en el gobierno y todo lo que se ahorra se destina a conseguir el bienestar del pueblo. Según cálculos oficiales, por no permitir la corrupción y por hacer un gobierno austero, hemos podido ahorrar durante nuestra administración alrededor de 560 mil millones de pesos.

Dicho ahorro –que sólo involucra un par de años– supera con creces los presupuestos de muchas dependencias del gobierno, y que en administraciones anteriores terminaban en los bolsillos de unos cuantos. Si se utiliza esa base, entonces el atraco a la nación superaba un billón 600 mil millones en cada sexenio (y fueron seis al hilo), y, como se anota, sólo es un indicativo de la corrupción prevaleciente, del gran pastel de recursos públicos que terminaba en manos privadas.

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Viernes, ¿registro a México Libre?

Julio Hernández López en su columna Astillero, publicada en La Jornada de San Luis, indica que el Instituto Nacional Electoral ha programado para el próximo viernes la sesión que decidirá sobre las solicitudes de registro de nuevos partidos políticos nacionales. Son siete las agrupaciones aspirantes a tal aprobación, entre ellas de manera relevante la denominada “Libertad y Responsabilidad Democrática, A.C.”, que de ser aprobada asumiría el nombre de México Libre, con Felipe Calderón Hinojosa y Margarita Zavala Gómez del Campo como principales organizadores.

No es una exageración señalar que el signo distintivo de los impulsores de México Libre es el fraude. Lo hubo en 2006, cuando Calderón se hizo de Los Pinos mediante una abundante serie de maniobras que apenas le alcanzaron para hacerse declarar triunfador formal de la elección presidencial con medio punto porcentual de diferencia sobre Andrés Manuel López Obrador. Zavala Gómez del Campo también fue pillada con una batería de credenciales de elector simuladas y fotocopias, así como irregularidades contables en el proceso de convertirse en candidata presidencial independiente en 2018 (https://bit.ly/3bhH4ah).

Tal vez el colmo casi cómico de esa predisposición fraudulenta se haya dado a la hora de plantear el proyecto de nuevo partido familiar, pues desde la misma derecha, pero argentina, les acusaron abiertamente de robo. Así se dio a conocer en esta columna el 11 de septiembre de 2018: “La Fundación Libre, autodefinida como un ‘think tank (laboratorio de ideas, podría ser el término adecuado: aportación astillada) contra el marxismo cultural y la hegemonía del progresismo’, acusó a la fallida candidata presidencial de robar la tipografía, el lema, el nombre y el color de la fundación que hace unas semanas anunció la ex panista como tentativa de resurrección” (https://bit.ly/32NCM6D ).

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La guerra por Radiópolis: Cabal-Alemán vs Prisa

Salvador García Soto en su columna Serpientes y Escaleras, publicada en El Universal, indica que la que comenzó como una batalla política, por el control editorial de uno de los sistemas de radio más antiguos del país, hoy se ha convertido en una guerra jurídica en la que los dos grupos involucrados, con sus equipos de abogados de por medio, librarán una larga pelea en la que no solo se definirá quién define la línea editorial de W-Radio y todas las estaciones del Sistema Radiópolis, sino que al estar involucrados contratos previamente firmados este será un caso jurídico emblemático para el estado de derecho en México, el respeto a la inversión extranjera y sobre todo de la presión que algunos medios de comunicación y comunicadores están recibiendo.

En los extremos de este pleito legal están de un lado el Grupo Alemán, que es la parte formal, pero en la realidad aparece también el empresario tabasqueño Carlos Cabal Peniche como el operador principal de los nuevos socios de Radiópolis; y del otro lado los españoles de Grupo Prisa, que hasta ahora detentaban el control editorial del grupo radiofónico que incluye 17 estaciones, de acuerdo con los términos del contrato que firmaron con su antiguo socio Televisa. La confrontación que se desató la semana pasada, en la que la dupla Alemán-Cabal tomó por la fuerza y con una asamblea cuestionada, el control físico de las instalaciones e impuso a un nuevo director, comenzó con una celada que la parte mexicana le puso a los españoles para arrebatarles la dirección.

De acuerdo con fuentes internas, el martes 25 de agosto, Miguel Alemán Magnani, socio formal del 50% de lo que antes era Televisa Radio, ahora Sistema Radiópolis, invitó a comer a la Fundación Miguel Alemán, al director general de las estaciones de radio, Francisco Cabañas, un veterano directivo de medios nombrado por la cúpula de Prisa en España. A su llegada a la comida, Cabañas se topó con la sorpresa de que en la mesa estuviera Carlos Cabal Peniche. Muy pronto empezaron los agravios de Cabal contra los españoles de Prisa y en su florido lenguaje tropical, el exbanquero y empresario, que estuviera preso por defraudación, dejó muy claro que también buscaban el control editorial de la W-Radio, la estación noticiosa de Radiópolis.

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La columna Frentes Políticos, publicada en Excélsior, indica que 1. Sobriedad. En poco menos de una hora, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio un repaso a los temas primordiales. Su Segundo Informe comenzó con la corrupción, esa “peste” que reactivó la crisis, y a la cual combate como parte fundamental de su programa de gobierno. Se trató de un mensaje justo, mesurado y sobrio. Se avanza de manera paulatina en la recuperación de la economía y hacia una nueva normalidad, “que implica hacer cosas diferentes a como las hacíamos antes”, afirmó Zoé Robledo, director del IMSS, quien destacó la mención que hizo el Presidente sobre el patriotismo, heroísmo y compromiso del personal de salud en la atención de la pandemia por el covid-19. La estabilidad es la moneda de cambio y eso lo demuestra la buena relación gobierno-empresariado.

2. Nuevas formas. La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, entregó a la Cámara de Diputados el Segundo Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. La funcionaria refirió la situación de la pandemia del covid-19 y las acciones emprendidas por el gobierno federal, el sector salud y la misma población, para enfrentar la emergencia sanitaria. Reconoció al sistema hospitalario, el cual fue reconvertido para tratar de salvar al mayor número de personas posible. Destacó la actuación de la población que se mantuvo en casa para prevenir el contagio y la propagación del virus. “La medida de protección más importante la tomó la propia sociedad, que atendió el llamado de nuestras autoridades de salud”, expresó. El mejor gobierno para los mejores ciudadanos.

3. Insistentes. El coordinador del PT en la Cámara de Diputados, Reginaldo Sandoval Flores, informó que continuarán con la intención de presidir el Palacio Legislativo, y no permitir que sea la bancada del PRI, al reiterar que los petistas son la tercera fuerza en San Lázaro. Ardido, Gerardo Fernández Noroña, el porro de la política mexicana, se deshace a él mismo: sus ansias de figurar son mayores que la prudencia y en su coraje culpa a los legisladores de decantarse por el PRI para presidir la Mesa Directiva, cargo en el que ya se veía. Pero como en política del plato a la boca se cae la sopa. Siguen los pleitos dentro de Morena y con sus aliados. Muy mal, pues le dan armas a los opositores, quienes les acusan de carecer de rumbo, unidos por un discurso demagógico. Son los más fuertes ¿o no?

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