Al cierre de 2017, en Puebla la brecha salarial no permite alcanzar la equidad económica, esto se observa en el hecho de que sólo el 0.5 por ciento de su población ocupada percibe más de 10 salarios mínimos, ocupando la casilla ocho entre los estados con mayor precarización laboral.
Esta situación no es ajena al país, ya que De acuerdo con el informe “Precarización laboral: revés salarial”, realizado por el Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC), solo el 0.9 por ciento de la población ocupada en México gana más de 10 salarios mínimos.
Según el análisis, solamente dos estados, Baja California y Chihuahua, contabilizan al 2.5 por ciento de su población ocupada ganando por lo menos 10 salarios mínimos.
En tanto, Morelos y Tlaxcala son el extremo de la precariedad: únicamente contabilizan a 0.2 por ciento de sus ocupados con percepciones mayores a 10 salarios mínimos”.
Otros estados en condiciones precarias se encuentran Guerrero (0.3 por ciento), Oaxaca (0.3 por ciento), Aguascalientes (0.4 por ciento), Chiapas (0.4 por ciento) y Zacatecas (0.5 por ciento).
22.1 millones percibieron hasta $176.72
En el país, durante 2017, menos de 480 mil personas recibieron ingresos que superaron los 10 sueldos mínimos, cifra que representa ganancias al día de alrededor de 883.6 pesos, mientras que 22.1 millones percibieron hasta 176.72 pesos.
El informe destaca que entre el último trimestre del 2012 y el correspondiente del 2017 la ocupación y empleo que paga entre tres y cinco salarios mínimos disminuyó en 713 mil plazas, mientras que con más de cinco salarios mínimos se contrajo en 1.49 millones.
El IDIC puntualizó que se debe plantear que el verdadero problema de inequidad y pobreza es atribuible a la precariedad del ingreso laboral que a su vez es resultado del entorno adverso que enfrenta la mayor parte de las empresas en México: inseguridad, corrupción, altos costos de energéticos y combustibles, falta de financiamiento, importación ilegal de productos entre otros.
Concluyó que la disminución en la tasa de desocupación se ha logrado al mismo tiempo que se reduce la ocupación mejor remunerada: solamente el sector industrial ha logrado mantener generación de empleo con salarios que rondan entre 3 y 4 veces el mínimo.