Carlos Rocha/La Jornada de Oriente

El último día de clases del año pasado se cumplió la resolución dictada por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje por el juicio laboral D–1/431/2004 promovido por diversas maestras de la escuela privada María Luisa Pacheco, que al ganar el laudo se vieron favorecidas por el pago de sus sueldos caídos.  

Debido a que los dueños del colegio no pagaron lo dictado en el fallo, se puso a la venta parte del inmueble instalado en el fraccionamiento Las Ánimas.

Fue así que el pasado viernes 16 de diciembre las instalaciones de la escuela María Luisa fueron desalojadas debido a que el inmueble había sido vendido mediante una subasta al particular Germán López Brun.

 Esta casa editorial buscó a López Brun, quien detalló que después de 12 años de juicio se determinó el remate del edificio mediante subasta y como consecuencia la desocupación del mismo ubicado en la calle 29 Sur número 3938 del fraccionamiento Las Ánimas.

 El nuevo propietario comentó que la diligencia tuvo que llevarse a cabo con la intervención de elementos de la Policía Estatal ante la negativa de hacer la entrega del inmueble por parte de la mesa directiva de la escuela.

 López detalló que el remate de la escuela se llevó a cabo luego de que en 2004 una serie de profesoras que trabajaron durante años en la institución fueron despedidas injustificadamente.

 En ese año inició el juicio laboral que terminó 12 años después y luego se puso a la venta el inmueble que compró López Brun.

 El propietario informó que aunque la escuela fue desalojada el último día de clases para no afectar los estudios del alumnado, este 2017 la institución continuará en el mismo lugar, pues solo una parte de toda la propiedad fue la que se puso en venta. Por lo que las clases continuarán de manera normal.

La historia de la escuela privada María Luisa Pacheco se remonta al año 1943 cuando la familia Rodríguez Pacheco contrató a profesores privados para educar a sus hijos, por la buena educación que se tenía, amigos y familiares de la familia abrieron su casa para que se dieran las clases a un mayor número de personas.

Antes de estar en el fraccionamiento Las Ánimas la asociación civil María Luisa Pacheco ocupó dos inmuebles anteriores en diferentes zonas de la ciudad hasta quedar establecidas en este último sitio.

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