En Guanajuato, sentencian a agresores de periodista Karla Silva
En Guanajuato, sentencian a agresores de periodista Karla Silva. Foto: Vanguardia

 

En Guanajuato, sentencian a agresores de periodista Karla Silva
En Guanajuato, sentencian a agresores de periodista Karla Silva. Foto: Vanguardia

Los seis agresores de Karla Silva Guerrero, reportera del Heraldo de León, Guanajuato, fueron encarcelados por la golpiza que le dieron en 2014, en las oficinas del diario en Silao; el acalde de este municipio, presunto autor intelectual, sigue libre.

Lo anterior ocurre más de tres años después de que Silva Guerrero denunciara que, a comienzos de septiembre de ese año, los hombres irrumpieron en la redacción de dicho medio preguntado por ella y, al hallarla, uno de ellos, apodado El Buda, le dio un puñetazo en la cara, por que cayó al suelo, donde comenzaron a patearla.

Los atacantes le dejaron heridas en la cara, dos coágulos en el cerebro y dos frases amenaza: “Para que le bajes de huevos a tus notas” o “sigue publicando tus pendejadas”.

Tras la detención de sus verdugos, la periodista de 27 años tuvo que organizar su defensa jurídica con dinero propio y pasar por 80 audiencias, para que al fin un juez dictara sentencia condenatoria en contra de los hombres.

Alcalde priista ordenó ataque por dos notas

Durante el juicio, se reveló que el alcalde del municipio de Silao, Enrique Solís Arzola, del PRI, ordenó el ataque a su jefe de seguridad, quien, a su vez, contrató a tres de sus policías para que lo ejecutaran. Por todo ello, recibirían 5 mil pesos, unos 260 dólares.

La causa fue que el priista se había molestado por la publicación de un par de notas, de la pluma de Silva Guerrero, por presuntas irregularidades en el registro una empresa de seguridad.

Desde el principio del juicio, Karla, quien gana poco más cinco mil pesos mensuales, enfrentó dificultades “porque –dijo– no tenía dinero para contratar a un abogado y ni siquiera había uno en todo Guanajuato que supiera llevar un caso de periodistas”.

Sin embargo, recibió ayuda de asociaciones de Derechos Humanos como Las Libres, el Centro de Investigaciones CIDE y Artículo 19, que se centraron en los reclamos al Estado.

El fallo a favor de la joven reportera se considera un caso de “éxito” en un país que, según Reporteros Sin Fronteras (RSF), es uno de los más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, pues más de 100 comunicadores han sido asesinados en la última década, sin que prácticamente ninguno de los responsables de estos crímenes haya sido condenado por la justicia.

Fuentes: La Vanguardia, La República

Editado por Luis Alberto Palacios

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