La CNDH pidió al gobierno de Puebla garantizar la atención médica de los 30 heridos por la explosión de un cuarto de pirotecnia en Chilchotla, que también dejó 14 muertos, y hacer una “supervisión efectiva” de la producción, almacenaje y venta de los fuegos artificiales.
A través de un oficio dirigido al secretario General de Gobierno (SGG) del estado de Puebla, Diódoro Carrasco Altamirano, firmado por el primer visitador de la CNDH, Ismael Eslava Pérez, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) demandó información inmediata respecto a la aceptación e implementación de las medidas cautelares requeridas.
En el documento, se solicita que Protección Civil estatal trabaje con sus homólogas federales para vigilar “la producción, almacenaje, distribución y venta de juegos pirotécnicos durante los preparativos y fiestas parroquiales del próximo 15 de mayo para evitar actos lamentables como el ocurrido en Chilchotla”.
Asimismo, indicó que las autoridades de la Secretaría de Salud Pública (SSP) estatal deben brindar atención médica especializada de segundo y tercer niveles a los pacientes afectados, con el fin de garantizarles servicios médicos de especialidad.
Cabe mencionar que, según el reporte de la SGG, los hechos se registraron alrededor de las 21:30 horas del lunes, cuando un grupo de personas convivía dentro de la casa donde se almacenaba el material pirotécnico a usarse en los festejos de la fiesta parroquial que se celebrará el 15 de mayo.
De las 14 personas fallecidas, 11 eran menores de edad.
Por su parte, el DIF de Puebla informó que su presidenta, Dinorah López, y el gobernador Antonio Gali Fayad acudieron al Hospital para el Niño Poblano donde reiteraron su apoyo a los familiares de los menores afectados por la explosión que ocurrió en una vivienda de San Isidro Chilchotla.
