La disputa fronteriza entre los países africanos Eritrea y Djibouti. Foto: Especial
La disputa fronteriza entre los países africanos Eritrea y Djibouti. Foto: Especial

Eritrea y Djibouti tensaron su relación por la presencia de cuerpos castrenses en la frontera común; ambos países viven una crítica situación de derechos humanos, además de poseer bases militares extranjeras y contar con una ubicación estratégica para el comercio y transporte de petróleo.

En las últimas horas, ha revivido el conflicto fronterizo entre los dos países del cuerno de África, pues Djibouti señaló que las fuerzas eritreas han ocupado Dumeira, zona de montaña y área que era resguardada por las fuerzas de Qatar, quienes dieron comienzo a la misión de paz desde 2010, fecha en la que se firmó un convenio de alto al fuego.

Debido a la crisis diplomática que Qatar ha sufrido con motivo de haber sido señalado por algunos países árabes como responsable de financiar el terrorismo, el país del Golfo ha decidido retirar sus tropas de Dumeira, lo que ha desatado la ingobernabilidad de la zona y el aumento en la tensión de la relación vecinal.

De acuerdo con el Departamento de Información de Eritrea, este país no recibió alguna explicación del por qué las fuerza qataríes abandonó la zona, motivo por el cual ha desplegado sus cuerpos militares a lo largo de la frontera.

La crisis ya rebasó el plano local y las dos organizaciones internacionales más importantes en el continente han dado a conocer sus posturas, tal es el caso del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que ha manifestado su deseo porque ambas naciones “resuelvan su conflicto fronterizo de forma pacífica y consistente con la ley internacional”. Asimismo, Moussa Faki Mahamat, de la Comisión de la Unión Africana, ha dado a conocer que se enviará una delegación a la zona para mantenerse al pendiente.

 

 

Situación “alarmante”

La situación es alarmante ya que ambos países juegan un papel importante en la área, no sólo por su importancia en la ubicación estratégica de sus puertos para el comercio mundial, sino por la cercanía con Yemen, país donde las potencias saudí y persa se enfrentan.

Las dos naciones africanas son también un punto de encuentro en el transporte de petróleo que proviene de los países del Golfo, como también en el tránsito de quienes buscan el estatus de refugiado y migrantes económicos. A ello hay que sumarle que ambos tienen un rol importante en el enfrentamiento con grupos africanos de interpretación radical del Islam debido a su cercanía con los demás países del continente.

Debido a lo anterior, los dos Estados albergan bases militares extranjeras; en Djibouti se localiza el Campo Lemonnier, la más grande de la zona y que es estadounidense, según la prensa internacional. Este espacio es el punto de encuentro para la armada norteamericana que combate el terrorismo en Somalia, en la actualidad, se está construyendo una base china.

Por otro lado, en 2015 la ONU dio a conocer que Eritrea albergaba a elementos militares de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos que combatían en Yemen; el informe del Grupo de Expertos para sanciones en contra de Somalia y Eritrea dio a conocer que el estar recibiendo la ayuda económica de los países del Golfo como pago por el préstamo del espacio aéreo y marítimo constituiría una violación a la resolución 1907 firmada en el año de 2009.

 

 

Acusan a Eritrea de desestabilizar a Djibouti

Dicha resolución expone que Eritrea entrena y equipa a grupos armados con el fin de desestabilizar a su vecino Djibouti, por lo que, el Consejo de Seguridad le ha impuesto un embargo de armas.

Desafortunadamente, desde el período que comprenden los años 1998 a 2000, momento en el que se presentó una guerra por la delimitación fronteriza de ambos Estados, esta no es la primera vez que los dos países vecinos tienen diferencias, pues en 2008, se suscitó una escalada en la tensión de la relación bilateral, cuando Djibouti acusó a Eritrea de trasladar tropas por la frontera, lo que desató un enfrentamiento que dejó una docena de muertes.

Una de las más grandes preocupaciones que tanto defensores de derechos humanos como la oposición de los dos países en conflicto tienen, es que la actual situación desencadene una oleada de actos ilegales por parte de los gobiernos que ya han sido señalados por la comunidad internacional como responsables de violar derechos humanos de sus ciudadanos.

De acuerdo con la Comisión de Investigación de ONU sobre los Derechos Humanos en Eritrea, en los últimos 25 años, ese gobierno ha “cometido crímenes de lesa humanidad de manera generalizada y sistemática, en los centros de detención, campamentos de adiestramiento militar y otros lugares del país”.

El Comité por el Respeto de los Derechos Humanos en Djibouti ha expuesto la existencia de ejecuciones masivas, la negación del derecho de libertad de prensa y las condiciones en que los opositores son encarcelados, así como a quienes se les niegan servicios de salud y representación legal.

 

incendios forestales
Etiquetas: