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Tony Muñoz, el amigo que Moreno Valle ya no quiere reconocer

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que aunque este miércoles el ex gobernador Rafael Moreno Valle rechazó “categóricamente” en su cuenta de Twitter cualquier vínculo o relación con el empresario gasolinero Othón Muñoz Bravo, capturado este domingo por la Marina en el fraccionamiento El Secreto de Lomas de Angelópolis, por delitos contra la salud y otros vinculados con las mafias del huachicol, las evidencias de sus negados nexos —que van más allá de unas fotografías y una cabalgata por Tamaulipas—podrían salir a la luz en cualquier en momento.

Los vínculos de Moreno Valle con el palenquero Jorge Aduna Villavicencio y el gasolinero Othón Muñoz Bravo vienen desde su campaña a la gubernatura en 2010.

Uno le prestó su camioneta blindada y el otro le financió la gasolina a través de vales que se hacían efectivos en su estación de servicio, que en agosto de 2012 se reubicó en la Diagonal Defensores de la República número 1120 bajo la razón social Servicio Rápido y Furioso SA de CV.

El día que Moreno Valle recibió su constancia como gobernador electo del Instituto Electoral del Estado (IEE), en julio de 2010, invitó a todo su equipo y coordinadores a una comida en un hípico del fraccionamiento campestre Haras del Bosque.

Al banquete acudieron unas 150 personas, entre ellas los dirigentes de los partidos políticos que conformaron la coalición Compromiso por Puebla, sus coordinadores de área y operadores electorales como Eukid Castañón, Mario Rincón, Víctor Cánovas, Ludivino Mora, René Meza Cabrera, Pablo Rodríguez Regordosa, Marcelo García Almaguer, Gerardo Islas Maldonado, José Cabalán Macari, Jorge Aguilar Chedraui, Gerardo Tapia, Sergio Moreno Valle, Patricia Leal, Karen Abraham, Karen Berlanga y Mercedes Aguilar.

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El karma sexenal

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, señala que llámenle karma, vibra, causalidad o como gusten, pero entre más se acerca el 2018, más se extingue el proyecto presidencial del exgobernador Moreno Valle.

La fotografía que ayer publicó en portada el periódico Reforma, en donde aparece en Tamaulipas el suspirante poblano cabalgando con el presunto huachicolero Othón Muñoz Bravo, alias El Cachetes, representó un nuevo escándalo para un personaje señalado por el brutal crecimiento de robo de hidrocarburos que sufrió el estado, durante el tiempo que él lo gobernó.

Desde su salida de la administración, los escándalos por el huachicol, el espionaje, las obras defectuosas, los hospitales inundados, el financiamiento de su campaña, el padrón del PAN inflado y otros tantos temas que día a día le explotan en sus manos, han ido marcando a Moreno Valle, como uno de los suspirantes con mayores negativos de todos los que conforman la amplia baraja presidencialista.

Regresando al tema de la fotografía de El Cachetes con Rafael, es cierto que en este tipo de actos, los políticos se toman fotos con quien se les pare en frente. No son agencias investigadoras del Ministerio Público, para saber quién puede tener ligas con el crimen organizado, para evitar sacarse las famosas selfies.

Sin embargo, el caso de Othón Muñoz es punto y aparte.

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Los Pinos ordenó un proyecto para recuperar Puebla para el PRI y luego lo canceló

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que hace ocho meses desde Los Pinos se dio la orden de elaborar un programa especial para que el PRI pudiera disputarle al PAN la gubernatura de Puebla. Dicho proyecto consistía en quitarle su base social al morenovallismo. La idea general de cómo lograr el avance del tricolor en la entidad venía caminando bien, contaba con una importante aportación económica y se tenía identificados a los actores locales que debían ser incluidos. Sin mayor explicación, hace tres semanas se canceló, al parecer sin posibilidades de ser reactivado.

Curiosamente hace tres semanas fue cuando Rafael Moreno Valle Rosas hizo un alto en la campaña de proselitismo que desplegaba por todo el país –con docenas de espectaculares, regalo de miles de libros, presentaciones públicas y mensajes en redes sociales– y empezó a comunicar a su grupo político que no había posibilidades de convertirse en candidato presidencial, luego de que las encuestas lo ubican sin ninguna capacidad de ganar la contienda federal de 2018.

Tal coincidencia despierta la sospecha de que Moreno Valle al verse derrotado dentro del PAN haya emprendido una negociación con el PRI para que el morenovallismo conserve la gubernatura de Puebla a cambio de que el ex mandatario actúe a favor de los intereses del tricolor en el proceso electoral que está a punto de arrancar.

Lo cierto es que hace ocho meses desde Los Pinos, la sede de la presidencia de la República, se dio la orden de elaborar un programa que permitiera quitarle la base social que posibilita al PAN, o mejor dicho al morenovallismo, ganar elecciones locales en el estado.

Se llamó a un grupo de expertos electorales y de conocedores de la realidad poblana. El primer diagnóstico fue que el PRI en el estado, en ese entonces, sí tenía la capacidad de disputar la gubernatura si había un respaldo político y económico del gobierno federal.

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El Cachetes y Moreno Valle, celebraron la victoria 2010

Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, señala que en el rancho decomisado a Othón Muñoz, alias El Cachetes, en el exclusivo fraccionamiento Haras del Bosque, se encontraron fotografías de algunas reuniones de este personaje y amigos con el morenovallismo en pleno.

Y es que la celebración de la victoria en julio del 2010 se llevó a cabo precisamente en el rancho de El Cachetes en Haras, a donde llegaron exclusivamente quienes participaron y apoyaron la campaña que llevó a Rafael Moreno Valle a derrotar al marinismo.

Después de recoger su constancia de mayoría que lo acreditaba como gobernador electo de Puebla y asistir a una comida de más de 10 mil personas en el salón Country de la ciudad capital, Moreno Valle llegó a bordo de una camioneta negra blindada, prestada durante la campaña por el empresario gallero Jorge Aduna, amigo y socio de El Cachetes, además de otro financiero del morenovallismo.

Othón prestaba vehículos y pagaba a algunos integrantes del equipo de la campaña.

Ahí estuvieron todos, los más cercanos, familiares, empresarios, periodistas y demás. Las fotografías son elocuentes.

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Huachicol, la bomba de tiempo

Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que tarde o temprano, el escándalo generado por las complicidades existentes entre autoridades poblanas y las bandas de delincuentes dedicadas al robo de combustible, iba a afectar la imagen del ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.

Y vaya que así fue.

El misil mediático, detonado por el periódico Reforma, pegó de lleno en la línea de flotación del buque del ex poblano con precisión quirúrgica.

Se equivocan quienes piensan que el objetivo es pegarle a sus aspiraciones presidenciales.

Esas, en el presupuesto morenovallista, sucumbieron desde hace semanas.

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Lo de El Cachetes es un mensaje mafioso. ¿De quién?

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, señala que lo que el domingo a las 11 de la mañana era un triunfo más de la administración de Antonio Gali cuando confirmó en Twitter la detención de un importante capo huachicolero tras el operativo de la Marina en el fraccionamiento El Secreto, ayer por la mañana tomó un sabor amargo con la publicación en la portada de Reforma de las fotografías de Rafael Moreno Valle y Othón Muñoz ‘El Cachetes’ en la cabalgata del 13 de febrero en Tamaulipas.

La selfie, tomada en el primer acto de campaña presidencial luego de dejar la gubernatura, lucía a primera hora de la mañana como una bomba de racimo, pero conforme avanzó el día la información se diluyó y, además de Reforma, solamente los portales de Sin Embargo, Proceso y algunos medios poblanos hablaban de los vínculos huachicoleros. Por la noche, el war room festejaba que la fotografía no había provocado un daño letal, dado que el golpe fue amortiguado por las revelaciones de El Universal sobre la riqueza patrimonial de la familia política de Ricardo Anaya.

El operativo de la Marina tomó por sorpresa al gobierno estatal que no fue informado ni del objetivo. Los marinos ingresaron al fraccionamiento El Secreto por ahí de la una de la mañana y procedieron a asegurar a Othón Muñoz quien incluso trató de escapar por una ventana y se produjo lesiones en la cara. Los elementos de la Fiscalía llegaron al Secreto después de las 8 de la mañana, y ahí, tras varias horas de espera, sorpresivamente los marinos no se lo llevaron a la delegación de PGR, ni lo presentaron ante un juez federal de control, sino que lo entregaron a los muchachos de Carrancá.

¿Ese era el mensaje? ¿Capturarlo y luego entregárselo a Carrancá para que se hiciera bolas? ¿Por eso tardó tanto la Fiscalía en definir qué delitos le iba a imputar? ¿Por qué le dan prisión provisional por armas y drogas, no por huachicol, pese a que nos los habían vendido como un capo del huachicol, cercano a ‘El Toñín’ y ‘El Bukanas’?

¿Y el mensaje de dónde viene entonces?

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Manzanilla y sus Odiados “Mugrosos Consejeros” de Morena

Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, indica que el duque Fernando Manzanilla Prieto presume de ser el hombre más feliz del mundo —más que Bozo el Payaso, más que Semillita, más que López Obrador.

Lo cierto es que su amargura no le alcanza ni para una regiduría.

Vea el hipócrita lector:

Primero dijo que lo único que le interesaba era ser candidato a gobernador por Morena para ganarle a Martha Erika Alonso de Moreno Valle, a quien le tiene un odio misógino que sólo Freud y Lacan entenderían.

Luego se jactó de tener una cercanía brutal con AMLO, misma que le permitiría llegar a dicha candidatura sin necesidad de pasar por los “mugrosos consejeros” —así les dice— de Morena en Puebla.

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