En 2018, el Frente Amplio Democrático (FAD) tendrá como candidato al exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien será apoyado por el PRI, partido que declinará y postulará un candidato débil; sin embargo, el exmandatario no ganaría porque ni carisma tiene.
Así lo declaró, Sergio Saldaña Zorrilla, coordinador general del Frente Refundación, en entrevista previa a su conferencia “Los órganos electorales ante el fraude: El Estado de México y el 2018”, en la que señaló que el escenario de las elecciones del próximo año será similar al que se vio en el Estado de México, donde se instrumentó –dijo– una elección de Estado a favor del candidato del PRI.
Sin embargo, apuntó que el PRI desde Los Pinos “ya hizo su apuesta y su candidato es Rafael Moreno Valle”, quien dijo tendrá el apoyo de facto del tricolor, partido que declinará y lanzará un “candidato débil”, posiblemente a José Narro Robles, actual secretario de Salud, que aceptaría su derrota como lo hizo Francisco Labastida Ochoa en 2015.
Lo anterior, consideró para dejar el paso libre al bloque que planea formar el PRD en alianza con el Acción Nacional (PAN), Encuentro Social (PES), Nueva Alianza (NA) entre otros, que apuntalaría a la silla presidencial a Moreno Valle, con quien “lo van a intentar, pero no van a ganar, pues éste señor aunque tiene el dinero, no tiene ni carisma”.
En ese sentido, consideró que el dinero tiene límites, pues si no se tiene estructura suficiente e incidencia en el electorado, no se obtienen votos.
Opinó que la promoción desmedida del exmandatario poblano, está autorizada por los órganos electorales porque “está permitida desde Los Pinos, obviamente se le está dejando caminar, en este país si Los Pinos te quieren, te dejan caminar con todo lo que lo que se te ocurra y si no te quieren te lo impiden”.
Criticó que la estructura del poder público en México este organizado para vetar a la oposición e impedir que ésta llegue al poder. Lo anterior, dijo, a través de los órganos electorales y del circulo vicioso en el que “Los Pinos pone a los dirigentes de partidos, éstos sugieren a los funcionarios electorales: consejeros y magistrados; quienes sólo ratifican lo que llega de Los Pinos”.
Por ello, sostuvo que los órganos electorales son estructuras “a modo” del grupo en el poder, lo que –aseveró— “se llama dictadura, pero con fachada democrática, donde aparentan elecciones libres, pero que en los hechos no se ve”.
Morena con altas probabilidades de triunfo
Aseguró que no habrá diferencia de condiciones en 2018 respecto a lo que se vivió en las elecciones a gobernador del Estado de México, pues el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tiene altas probabilidades de ganar, pero ello dependerá de la estructura que instrumente para evitar una elección de estado, ya que sus adversarios “van con todo”.
Y es que, refirió que en el Estado de México sólo tuvo despliegue en el 52 por ciento de las casillas electorales, “dejó el 48 por ciento de la portería abierta y por ahí le metieron gol”, por lo que aseveró en 2018 podría tener los votos que garanticen su victoria, pero si no los defiende, se los robarán.
El especialista descartó que Morena sea una disidencia controlada que sirva de “válvula de escape” para el grupo en el poder, función que desde su perspectiva es más del Partido de la Revolución Democrática (PRD), razón por la que Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de Morena, habría dejado sus filas en 2012.
Sostuvo que Morena sí tiene una ambición real de llegar al poder, por ello, rechazó que lo ceda. “Creo que si hoy fueran las elecciones ganaría López Obrador, dependerá de la articulación de comités de casillas, ya no seccionales, si lo logra el triunfo será suyo”.
Sin embargo, advirtió que en 2018 podría darse un parteaguas entre la sociedad civil y Morena, porque “la sociedad civil podría arriesgarse a la violencia o bien a una resistencia civil, ahí pueden pasar muchas cosas”.
