La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha dado a conocer que la comunidad de rohingyas en Myanmar ha sufrido graves violaciones a derechos humanos sin precedentes. Los militares han cometido abusos sexuales colectivas, asesinatos y desapariciones.
El informe que presentó la ONU se realizó a través de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos presidido por Zeid Ra´ad Al Hussen, quien afirmó que los niveles de violencia no tienen antecedente de entre los llevados a cabo por parte de las autoridades, en específico del estado de Rakhine.
El documento además de citar las violaciones a derechos humanos, ha hecho un énfasis en las nuevas actividades en contra de la población rohingya que se compone de tiroteos y quema de hogares.
Dicha comunidad es una minoría musulmana que guarda diferencias religiosas, culturales y también lingüísticas con respecto a la mayoría de la población de Myanmar, su población asciende a 1.1 millones de personas de los cuales 65 mil personas desde octubre del año pasado han huido.
Aunque su éxodo dio comienzo desde la década de los 70, la discriminación hacia esta minoría data desde la independencia en 1948 cuando no se reconoció a los rohingyas como un grupo étnico dentro de los 135 del país.
Sin empleo y servicios de salud
Tras los ejercicios electorales de 2015, los rohingya se convirtieron en un pueblo olvidado de las autoridades de Myanmar sin tener oportunidades de empleo o acceso a servicios básicos de salud, además de convertirles en el blanco de violentas acciones de la armada nacional.
No cuentan con la ciudadanía al ser considerados inmigrantes indocumentados además, no tienen acceso al derecho de votar lo que representó una regresión en sus derechos puesto que antes de 2015 y de los movimientos nacionalistas budistas, la minoría tenía a acceso a varias oportunidades de participación.
Debido a que los responsables de las acciones que atentan en contra de la población rohingya son los cuerpos militares, algunos académicos y medios internacionales han bautizado a estas agresiones como genocidio.
Los budistas, quienes son mayoría de población en el país asiático temen ser dominados por los musulmanes ya que en el discurso nacional se ha difundido propaganda antimusulmana, uno de sus argumentos es que son musulmanes inmigrantes, sin embargo, estudios históricos como el de Jasmin Chia de The Diplomat han demostrado que musulmanes han habitado el estado de Rakhine desde el siglo nueve.
Lamentablemente, las condiciones que los rohingyas encuentran al huir de su país no son las mejores ya que como demuestran las protestas del campo de refugiados Sitwe que desde el pasado 2015 claman por la existencia de organismos internacionales y ayuda humanitaria.
