Programa de radio 22 Mayo

Jorge Rodríguez Corona /A Puerta Cerrada /El Sol de Puebla

Blanca Alcalá Ruiz tuvo ayer la oportunidad de mostrar lo que será la tónica de su campaña por la minigubernatura de Puebla y así lo hizo.

En representación del PRI y de ella misma, empleó el acto de solicitud de registro para evidenciar que intentará hacer de la elección una suerte de referéndum que tendrá como objetivo principal al gobierno de Rafael Moreno Valle.

Se esperaba que así fuera, dadas las recomendaciones que recibió por parte de su numeroso equipo de asesores y de las expresiones que en lo individual ha venido escuchando en sus reuniones informales de precampaña.

Incluso el morenovallismo preveía la andanada de críticas que recibió este domingo.

Tanto en el PRI como en el PAN sabían lo que venía, que la senadora con licencia haría del combate a la continuidad del grupo en el poder, encarnada en el candidato José Antonio Gali Fayad, la columna vetebral de su campaña.

Por ahí no hubo sorpresas.

Lo que no se sabía era la manera en que Blanca Alcalá llevaría a cabo esa estrategia de comunicación con el electorado.

Expectantes, priistas y panistas querían saber si sería ella la que adoptaría el discurso de contraste o si lo dejaría en manos de un tercero, ya fuera el casi presidente del Comité Directivo Estatal del partido, Ricardo Urzúa, un vocero como Enrique Doger Guerrero o el virtual coordinador general de campaña, Alejandro Armenta Mier.

Ayer quedó claro que será Blanca Alcalá la que hablará por Blanca Alcalá.

Eso es bueno porque será ella quien aparecerá en las boletas electorales, nadie más.

En la solicitud de registro tomó el micrófono y más tarde usó las redes sociales para lanzarse en contra de la administración estatal, para proponer un cambio de rumbo.

Así logró sus propósitos en el inicio de la contienda.

La arenga de la ex presidenta municipal de Puebla provocó euforia entre los priistas y les motivó para lanzarse a la batalla electoral… al menos mientras la escucharon y leyeron en Twitter.

Sin embargo, al pasar de las horas, una pregunta comenzó a rondar entre los integrantes de la clase política:

“¿Por qué Blanca Alcalá no mencionó ni una sola vez al gobernador Rafael Moreno Valle, el destinatario de las críticas?”

Lo aludió, sí, pero no lo llamó por su nombre.

La falta de mención obligó a recordar la campaña por la presidencia municipal de Puebla del año 2013, cuando también del lado del PRI, Enrique Agüera Ibáñez (mucho menos incisivo que Alcalá) se limitó a pronunciar alusiones sin blancos definidos.

Esa vez, seguramente sin proponérselo, el ex rector de la BUAP terminó por crear una percepción pública que jugó en su contra, al hacer pensar al respetable que participaba en una elección sin plena confianza en sí mismo o con un acuerdo político de por medio bajo la manga, lo que fue peor.

Ese podría ser el riesgo de Blanca Alcalá en caso de continuar por esa línea.

Seis años antes que ella y tres años atrás que Agüera Ibáñez, el entonces candidato a gobernador Rafael Moreno Valle decidió plantear la elección de 2010 como un ejercicio de referéndum al sexenio de Mario Marín Torres.

Su discurso fue más allá de las alusiones.

Por supuesto que cada proceso electoral tiene sus propias características y personajes.

El de 2016 no es igual al de 2013 ni tampoco al de 2010, aunque por momentos lo parezca.

Blanca Alcalá debe tener sus razones para actuar como lo hizo.

No obstante, definir una ruta crítica y encaminarse por ella sin aparente determinación podría significarle fuertes dolores de cabeza… y un resultado adverso.

 

***

Después de Blanca Alcalá, hoy toca el turno a José Antonio Gali.

El ahora ex presidente municipal de Puebla irá este lunes a la sede del Comité Directivo Estatal del PAN, en Bugambilias, para presentar su registro como precandidato al gobierno del estado.

Hasta ayer por la noche no se había definido la hora del acto, pero se esperaba que fuera después del medio día.

Igual que la senadora con licencia, Gali tendrá en su registro la posibilidad de exponer lo que trae en el maletín de herramientas discursivas para la campaña.

Él representa la “continuidad transformadora”, no el cambio, y así se mostrará, pero quizá opte por lanzarse en contra de la administración federal o muy posiblemente en contra del retorno del priismo que ayer desfiló por las calles del Centro Histórico.

Habrá que ver.

 

***

Parece que la cohesión de los ex aspirantes tricolores al gobierno del estado en torno de Blanca Alcalá Ruiz se trasladó también al área de comunicación social.

Ayer que se registró la ex presidenta municipal de Puebla anduvieron por ahí, en un papel protagónico dentro de las labores de prensa, personajes como María López Aguilar, Érika Jaramillo, José Tomé Cabrera, Carlos Castillo Rosas y Carlos Alvarado Rodríguez.

Anótelos dentro del equipo de comunicación social que comandan Martha Gutiérrez Manrique e Ismael Ríos Delgadillo.

Para mayor información:http://www.oem.com.mx/elsoldepuebla/notas/o_elsoldepuebla.htm

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...