César Roa/Periódico Central
La negligencia médica de parte de algunos trabajadores del turno vespertino del Hospital General del Sur, perteneciente al Seguro Popular, casi le cuesta la vida a la niña de 3 años, Estrella Cuamani Hernández, ya que la doctora Magdalena León López y un doctor de nombre Abdiel que se presentó como el subdirector del nosocomio, se negaron a brindarle la atención a pesar del mal estado en el que se encontraba la menor.
De acuerdo a la denuncia que realizó Alma Karina Hernández a CENTRAL, el pasado miércoles 10 de agosto, su hija se encontraba al cuidado de una guardería de SEDESOL, de donde le llamaron para informarle que su hija presentaba 37 grados de temperatura y tenía indicios de convulsiones, por lo que decidieron llevarla al hospital de la UPAEP, lugar que cubre el seguro de la instancia infantil.
Sin embargo, en la UPAEP le informaron que su hija necesitaba ser internada en urgencias pues ya tenía 39 grados de temperatura, además de que dicho servicio no estaba incluido en el seguro de la guardería.
Ante esto, Alma Karina optó por utilizar el Seguro Popular, programa del IMSS en el que están inscritos, y llevar a la pequeña Estrella al Hospital General del Sur, ubicado en Agua Santa.
Estando ahí, su hija fue puesta en una tina con agua para intentar bajar la fuerte temperatura que presentaba. En esta parte, acusa Alma Karina, el personal del nosocomio no se preocupó en utilizar agua limpia, pues estaban utilizando agua que se encontraba sucia por algunos desechos de la menor.
Después de un rato, la doctora Magdalena León López le informó que la niña ya se encontraba mejor y que ya no tenía nada, por lo que la recetó y la dio de alta a pesar de la madre insistió en que permaneciera internada, pues ella notaba que no había mejoría en la salud de la niña.
No obstante, la niña fue dada de alta y a los pocos minutos de salir del Hospital General del Sur, la pequeña Estrella comenzó a presentar vómito y diarrea.
Ante la desesperación, Alma Karina se entrevistó con el sub director del nosocomio, sin embargo este le informó que no podía quejarse de que no la habían atendido, pues recibió la atención médica que su hija necesitaba. También le indicó que el área en la que estaba era Urgencias, lugar que era exclusivamente para personas que se debatían entre la vida y la muerte, situación en la que no se encontraba su hija.
Tras insistir, el subdirector pidió que recetaran a la menor, pero únicamente le dieron medicamentos para el estómago. Sin poder lograr algo más, Alma Karina llevó a su hija a su hogar para que reposara y la tratara de acuerdo a la receta que le dieron.
La situación empeoró por la noche de ese mismo miércoles, pues la pequeña Estrella ya no reaccionaba e incluso llegó a presentar un color morado a lo largo de su cuerpo.
La madre relató que entró en desesperación, pues al no sentir pulso en su hija, temió que esta ya hubiese fallecido.
Los familiares que se encontraban en la casa se movilizaron para buscar algún taxi y un médico que la pudiera atender de urgencia. Fue ahí donde una amiga de la familia le recomendó acudir a un médico particular que la atendería en el momento.
Fue así que llegaron al consultorio del doctor Jorge Armando Espinoza, quien inmediatamente atendió a Estrella y logró estabilizarla.
Tras un breve chequeo, el doctor particular le informó a Alma Karina que la niña presentaba una severa infección en la garganta que, por no ser tratada adecuadamente, se trasladó al estómago y le provocó el vómito y la diarrea, además de las convulsiones.
También, añadió, señaló que por lo sucedido, la niña de 3 años fue víctima de negligencia médica por parte del personal del Hospital General del Sur.
Hoy, la pequeña Estrella ya se encuentra estable y recuperando su salud cada día gracias a la atención recibida por el doctor Jorge Armando Espinoza, pero la familia se encuentra molesta por el trato recibido por el personal que ahí labora.
Sin embargo, no se han atrevido a presentar alguna queja o denuncia ante las instancias correspondientes por temor a represalias que pudiera haber en contra de un familiar que está en espera de ser operado en el mismo nosocomio.
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